Irak y Arabia Saudí reabrieron hoy después de tres décadas cerrado uno de sus dos pasos fronterizos, el de Yadida Arar, bloqueado desde la invasión iraquí de Kuwait, en 1990.
Tras una ceremonia en la que participaron el ministro de Interior iraquí, Ozman al Ganmi, y el embajador saudí en Irak, Abdulaziz al Shammari, la reapertura del cruce permitirá reanudar el intercambio de mercancías por tierra entre los dos países, indicó la Autoridad de Puertos Fronterizos iraquí. Inmediatamente después de su reactivación, pasaron por él 15 autobuses desde Arabia Saudí con material sanitario y medicinas donados a Irak por el gobierno saudí.
El titular de la Autoridad de Cruces Fronterizos iraquí consideró la reapertura un paso importante para su país, ya que el cruce de Yadida Arar se convertirá en la principal puerta de entrada desde los países del Golfo.
Bagdad y Riad llegaron hace una semana a un acuerdo definitivo para reabrir este paso, el primero de los dos que hay entre los dos países árabes por el que después de 30 años, se podrá transitar de forma continuada.
Hasta ahora, ambos cruces solo se abrían una vez al año para los peregrinos iraquíes que pasan la frontera para hacer el "hach", la peregrinación a La Meca.
El paso de Yadida Arar, situado en el noreste del reino saudí, es uno de los dos cruces fronterizos que comparten Arabia Saudí e Irak y lleva cerrado desde la guerra del Golfo, al igual que el de Al Yamima. Tras la invasión iraquí de Kuwait en agosto de 1990, ambos países rompieron sus relaciones diplomáticas e interrumpieron su tráfico aéreo y cerraron su frontera común.
Irak reabrió su embajada en Riad tras el derrocamiento del dictador iraquí Sadam Husein en 2003, pero Arabia Saudí solo reabrió su sede diplomática en Bagdad en 2016, debido a sus reticencias al Gobierno iraquí, de orientación chií y próximo a su rival, Irán. Sin embargo, desde 2017 comenzaron los acercamientos diplomáticos entre ambos países con la reanudación de los vuelos y las firmas de contratos comerciales.