París - El candidato conservador a la Presidencia francesa, François Fillon, acabará con la jornada laboral de 35 horas en sus tres primeros meses si resulta elegido, dijo ayer al presentar su programa, en el que también promete retrasar la edad de jubilación a los 65 años y bajar los impuestos y el gasto público. Dos días antes de su probable imputación por los empleos falsos que supuestamente atribuyó a su esposa y dos hijos, Fillon exhibió ante la prensa lo que considera como el gran activo de su campaña, el programa, en el que asegura que sus ministros “trabajarán por objetivos” y quienes no los cumplan “saldrán del Gobierno”.

Para su primer trimestre como presidente, el aspirante (a quien los sondeos sitúan por ahora fuera de la segunda vuelta) propone, en primer lugar, “quitar los frenos a la contratación”, para lo que reformará la legislación laboral y suprimirá las 35 horas. En esta línea, su proyecto, que califica de “rupturista”, aboga por rebajar los impuestos a las empresas y reformar la fiscalidad del capital, estimular el poder de adquisición de las familias, y bajar el gasto público, al tiempo que se simplifican los procesos administrativos.

En una entrevista ayer con el diario económico Les Echos, Fillon sí había concretado cifras, al asegurar que subirá dos puntos el IVA y que bajará el Impuesto de Sociedades hasta el 25 %. “Quiero un ahorro de 100.000 millones de euros en el gasto público a lo largo de cinco años y reducir el número de empleos públicos en 500.000, a través de no cubrir una salida de cada dos”, señaló ayer.

En su presentación ante la prensa, el candidato conservador esquivó las preguntas sobre sus líos judiciales y sobre las últimas revelaciones de que habría recibido trajes de regalo por valor de decenas de miles de euros en los últimos cinco años.

Al mismo tiempo, subrayó que, a diferencia de lo que había dicho hace meses, ya no pide “esfuerzos” a los franceses, sino apostar por “la prosperidad”. Fillon, que “reiteró” que sólo se presentará a un mandato, anunció un gobierno con un total de quince miembros, cuyos gabinetes estén limitados a diez personas, y que deberán firmar un “código de conducta” para prevenir los conflictos de interés. “Los ministros tendrán objetivos precisos, con plazos que respetar. (...) Los ministros que no alcancen sus objetivos no seguirán”. señaló- - Efe