WASHINGTON. Se trata de la primera vez en que el Gobierno de Obama confirma lo que otros habían denunciado ya, respecto al uso de armas químicas, y la primera en que anuncia un salto cualitativo en cuanto a la ayuda a los rebeldes, aunque sin detallar de qué tipo será esa asistencia militar ni cuándo será proporcionada.
"Ahora tenemos una evaluación de alta confianza de que se han utilizado armas químicas en pequeña escala por el régimen de Al Asad. (Obama) ha dicho que el uso de armas químicas cambiaría su cálculo (de respuesta), y eso ha sucedido", dijo durante una conferencia telefónica con periodistas Ben Rhodes, el consejero adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
Obama "ha tomado la decisión de dar más apoyo a la oposición. Eso implicará dar apoyo directo al Consejo Militar Supremo (SMC), eso incluye apoyo militar", afirmó Rhodes.
"No puedo detallar todos los tipos de ese apoyo por varias razones pero baste decir que esto será distinto tanto en escala como en alcance" respecto a lo que hemos dado al SMC, enfatizó Rhodes.
Sobre el uso de armas químicas, Rhodes dijo que el uso de esas armas cruzó "líneas rojas que han existido en la comunidad internacional durante décadas".
Obama sopesa varias opciones políticas y militares para responder a la crisis en Siria, pero tomará una decisión tras una serie de consultas multilaterales con sus aliados, con Rusia, el Congreso y Naciones Unidas, para las que se aprovechará la cumbre del G8 la próxima semana en Irlanda del Norte, señaló Rhodes.
Respecto al establecimiento de una zona de exclusión área, como piden algunos líderes republicanos del Congreso, entre ellos los senadores John McCain y Lindsey Graham, Rhodes dijo que el Gobierno de Washington aún no ha tomado una decisión.
Según Rhodes, las autoridades estadounidenses han preparado "un rango de planes de contingencia", pero no han tomado ninguna decisión sobre operaciones militares como el establecimiento de una zona de exclusión aérea, algo que han pedido los rebeldes para frenar la campaña de bombardeos aéreos de las tropas de Al Asad contra sus bastiones.
Presionado sobre el tema de la ayuda militar, Rhodes insistió en que no podía ofrecer "un inventario" sobre el tipo de ayuda.
No obstante, Rhodes sugirió la posibilidad de dar equipos de comunicaciones y médicos para "fortalecer" a la oposición.
La postura de Washington, continuó, sigue siendo que lo mejor es "fortalecer a la oposición", de manera que, por un lado, se pueda poner fin al régimen de Al Asad y, por otro, agilizar la transición política en Siria.
EE.UU. tomará cualquier decisión sobre los siguientes pasos a tomar en contra del régimen sirio, de acuerdo con "nuestro propio cronograma", enfatizó Rhodes.
Según el funcionario, el Ejército sirio "ha utilizado armas químicas, incluso el agente sarín, múltiples veces en el último año", lo que viola la "línea roja" que trazó el Gobierno de Washington.
De acuerdo con el informe de la inteligencia estadounidense, transmitido hoy al Congreso, entre 100 y 150 personas habrían muerto en ataques realizados con armas químicas hasta la fecha, según una declaración escrita de Rhodes antes de la conferencia telefónica.
Esta nueva evaluación sobre Siria también ha contado con datos procedentes de otros países aliados, como Francia o el Reino Unido.
Por su parte, McCain y Graham divulgaron un comunicado conjunto en el que destacaron la urgencia de que Obama dé "asistencia letal" a las fuerzas de oposición en Siria, "especialmente municiones y artillería pesada", si bien eso "no será suficiente para cambiar el equilibrio del poder militar sobre el terreno contra Al Asad".
Para lograr esa meta, aseguraron, Obama necesitará el apoyo de la comunidad internacional para tomar acciones militares que puedan mermar la capacidad del régimen sirio de utilizar recursos aéreos y misiles balísticos y reabastecer a sus fuerzas.
Asimismo, ambos senadores enfatizaron que, ante la ofensiva de Al Asad y el deterioro de la situación en Siria, EE.UU. no puede permitirse más demoras.
"No podemos darnos el lujo de más demoras. Asad está a la ofensiva con todas las armas en su arsenal y con el pleno apoyo de sus aliados extranjeros. Debemos tomar más acciones decisivas ahora para cambiar el curso del conflicto en Siria", puntualizaron.
Según Naciones Unidas, cerca de 93.000 personas han muerto en el conflicto civil en Siria en los últimos dos años, aunque el número podría ser mayor.