Los ojos son el espejo del alma y especialmente ahora, que las mascarillas cubren la mitad inferior de la cara, esta parte del rostro ha cobrado más protagonismo que nunca.
La industria de la cosmética es consciente de ello y cada vez son más los productos destinados a maquillar la mirada: rimmel, corrector, eyeliner, sombras, iluminador, rizador de pestañas... Cuando optamos por el uso de algunos de ellos, la tarea puede volverse una odisea si no tenemos clara la mejor opción para nuestros rasgos.
En cuanto al modo de empleo, existen numerosos vídeos tutoriales en redes sociales como YouTube, Tik Tok e Instagram donde podemos encontrar paso a paso el proceso de casi cualquier maquillaje de la zona ocular. Algunos consejos básicos son los siguientes:
Ojos pequeños
Para que nuestros ojos parezcan más grandes debemos maquillar la línea de agua superior, logrando aumentar la mirada y dándole más profundidad. Este proceso se lleva a cabo con un delineador o eyeliner, aunque también puede servir el lápiz de ojos, preferiblemente en tonos grises o blancos. Otro truco que permite lograr un efecto de agrandamiento es a través de un corrector en la zona de los párpados, igualando el tono al resto de la zona ocular.
Así se consigue levantar ópticamente el ojo y, según afirma la revista de moda Elle, las luces y sombras son "el juego fundamental para agrandar la mirada".
Ojos asiáticos
Ojos asiáticosCuando tenemos los ojos rasgados es aconsejable poner una sombra oscura en el párpado móvil y otra de color en la zona externa. Si queremos aportar luminosidad al maquillaje, podemos poner otra más clara o un iluminador en la zona del lagrimal.
Ojos almendrados
Este tipo de ojos es el más común. Se trata de ojos simétricos con forma de almendra, por lo que resultan prácticos a la hora de maquillarlos. Cualquiera de las técnicas anteriores es adecuada en este caso, aunque lo más recomendable es emplear una sombra de tono medio para el párpado móvil y otra más oscura para la cuenca, difuminando ambas y haciendo que se integren entre sí.
Además de la forma de los ojos también se deben tener en cuenta otros aspectos. La forma de los párpados, por ejemplo, también es muy relevante a la hora de escoger un maquillaje. Dependerá si nuestros párpados están caídos, encapotados, visibles, etc. Otro factor determinante es el color de los ojos, y las tonalidades que mejor sientan para cada tipo son:
Ojos verdes
Las tonalidades que favorecen a este color de ojos son las que contrastan con el tono del iris, como las moradas, marrones, rojizas y violetas. Otra alternativa es realizar un ahumado en tonos grises en vez de negros, logrando profundidad en la mirada pero consiguiendo un resultado luminoso.
Ojos marrones
Este color de ojos es el más habitual, y por ello se compagina con la mayoría de tonos, exceptuando los verdes y azules claros. Si queremos realzar la mirada al máximo debemos aplicar azul eléctrico o cobalto en alguno de los cosméticos como el eyeliner. Para elevarlos de forma sutil emplearemos tonos morados y rosas, y si por lo contrario queremos un acabado muy sencillo, se pueden utilizar tonalidades marrones.
Los ojos de color miel también se ven favorecidos con la mayoría de colores. Si buscamos realzarlos, se pueden emplear tonos dorados o verdes.
Ojos azules
Al tratarse de un color llamativo de por sí, las tonalidades ideales son neutras: marrones, rosas o dorados discretos. Los lilas, azules, grises y plateados también realzan los ojos azules. Independientemente de lo anterior, si nuestro objetivo es un maquillaje elegante, lo ideal es usar el tono de sombra o eyeliner más parecido al color de los ojos. Si por el contrario lo que se quiere es destacar la mirada, se debe usar un color más llamativo, resaltando así el color
del ojo.
Si los ojos presentan rojeces alrededor, debemos evitar el uso de sombras con matices lilas o rojizos. También hay que tener en cuenta el orden de aplicación de los colores de las sombras, que viene determinado por su tono. En primer lugar se debe aplicar el más claro, y el último el más oscuro, realizándose siempre por capas.
Recientemente ha surgido una tendencia en maquillaje de ojos que favorece a todas las personas, independientemente de la forma o tamaño de estos. Su nombre es eyelighter y surge como una nueva técnica en la aplicación de la sombra de ojos y con ella se luce una mirada más luminosa y descansada.
Indistintamente de los rasgos faciales y la técnica que apliquemos, siempre se deben emplear productos de calidad, y desmaquillar los ojos con cuidado y de forma minuciosa posteriormente, puesto que la zona ocular es la más sensible del rostro.