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Mesa de Redacción

Miren Ibáñez

Mazón y el florero

Entiendo que cada vez que Carlos Mazón comparece, y más si lo hace como este lunes citado en la comisión de investigación del Congreso, para hablar sobre la devastadora dana que hace un año se cobró la vida de 229 personas en Valencia se tienta la ropa y no pierde de vista la estrategia judicial. No descarto que la ceremonia de confusión que alimenta con frenesí en torno a esas horas en las que permaneció missing formen parte de esa estrategia. El último episodio añadido es el factor mochila para justificar el no haber contestado una llamada de su consejera de Emergencias a las 19.11h. De las muchas frases que perseguirán a Mazón, el lunes me llamó la atención esa afirmación redonda y palmaria: “Nada habría cambiado si yo hubiera estado en el Cecopi”. Ione Belarra le preguntó si el president de la Comunitat Valenciana es “un florero”. A tenor de la frase del ahora president en funciones habrá que responder que sí. Según esta perspectiva de la vida, el president está para asistir en primera fila a la Mascletá en Fallas y cortar cintas en inauguraciones. Pero cuando toca tomar decisiones o responsabilizarse de ellas se va a una comida eterna a El Ventorro; para ponerse al frente ya están los técnicos, piensa Mazón. Eso es responsabilidad y liderazgo, sí señor.