Sí, me lo he buscado yo por empezar el día viendo las noticias. Ahí andaba yo ayer, con la legaña puesta y el desayuno entre manos, cuando escucho a Jaime Mayor Oreja. Por un momento dudo, ¿he sido víctima de algún viaje al pasado al encender el microondas para calentar la leche? Creo que sí. Nada menos que el Senado ha sido escenario de un evento antiabortista que ha reunido a lo más ultra del panorama internacional. No sé si ultra lo define correctamente, quizá sea más preciso integrista, fundamentalista, porque la raigambre ultrarreligiosa del acto predomina y domina. Y el que fuera ministro del Interior con José María Aznar, candidato a lehendakari del PP vasco y uno de los tres nombres que aspiraron en los célebres cuadernos azules de Aznar a sucederle –junto a Rodrigo Rato y Mariano Rajoy– afirma un lunes 2 de diciembre de 2024 d. C. –el d. C. es importante–: “Están ganando los científicos que defienden la verdad de la creación frente al relato de la evolución”. Verdad de la creación –olé la flexibilidad conceptual de verdad– frente a relato de la evolución: que le den medio higo al tal Darwin, al empirismo y a la ciencia. Esto es negacionismo de manual. Así que sí, se confirma el viaje al pasado, pero a un pasado muy muy lejano, teocéntrico.