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Mesa de Redacción

Carlos González

Corre hacia la luz

Gastados como están ya los chistes sobre el gran vuelo que siempre aparecen en torno al 20 de noviembre en nuestro amado templo del cortado mañanero –aunque haberlos, los ha habido–, tenemos a los viejillos organizando ya la comitiva sandunguera que vamos a enviar a modo de embajada tocacullons a la inauguración de las luces navideñas para codearse con los mandamases de la cosa vitoriana y poner a parir cada lucecita, osito o arbolito navideño que se ponga a tiro. Hay que tener en cuenta que va a ser para la mayoría una de las pocas oportunidades de sacar al Grinch que llevan dentro, que tenemos a varios de los aitites ya con la agenda de diciembre y principios de enero hasta arriba de citas con los nietos. Lo de la conciliación, que funciona de narices, sobre todo en las fechas que vienen. Así que los renegados silver están planteando tomarse este viernes como el día de la venganza, aunque entre sus filas también están naciendo discrepancias sobre el hecho de si se pueden meter o no con Olentzero, que una cosa es criticar a los de Oriente o la versión yanki de San Nicolás, y otra poner en cuestión al del RH negativo. Por de pronto, nuestro escanciador de café y otras sustancias ya ha dicho que él, hasta el puente, no nos pone en el bar ni un mísero espumillón.