Ebrios de patrioterismo

– “¡Viva España! ¡Viva la moción! ¡Viva Don Ramón!”. De ninguna otra manera podía terminar la psicotrópica función que se ha vivido en los dos últimos días en el Congreso de los Diputados más que con el coro de ebrios de patrioterismo que la han promovido haciendo nevar caspa sobre el hemiciclo. Todo, después de haber protagonizado uno de los ridículos más espantosos que se recuerdan en la historia del parlamentarismo hispanistaní. Y no será porque no estuvieran advertidos desde la diestra amiga y la siniestra que la utiliza como argamasa del hostión monumental que se disponían a autoinfligirse. Pero es muy español lo de sostenella y no enmendalla, así que toca entonar el clásico “sarna con gusto no pica” y pedir una butaca en platea para ver si es verdad que esto es el principio del hundimiento de la rancia centuria ultraderechista liderada por Santiago Abascal. Quizá no se llegue a tanto, porque el censo peninsular de carcas no es pequeño, pero sí parece que esta mendruguez de proponer como candidato alternativo a presidente del Gobierno a un tipo al que se la bufa todo no le va a salir gratis a Vox.

Moción a Podemos

– Por lo demás, pasado el espectáculo y devuelto Ramón Tamames a un olvido del que, me temo, solo regresará para el obituario, cabe extraer algún que otro aprendizaje de la tragicomedia. El primero ya lo apunté aquí mismo ayer. Para el teóricamente censurado Pedro Sánchez ha sido un crucero de placer. No solo no le han hecho ni cosquillas los ultramontanos, sino que ha salido vigorizado. De propina, el inquilino de Moncloa se ha permitido atizar una colleja épica a la parte morada de su gabinete que tan mala vida le está dando. Delegar en Yolanda Díaz la segunda réplica al cantamañanas y que ella utilizara el turno para presentar el programa del proyecto político que –¡por fin!– ha confirmado que va a encabezar fue un recado de talla XXL a las díscolas ministras Ione Belarra e Irene Montero. Esta última no pudo evitar verter un par de dosis de bilis a la gallega hablando del “proyecto de Yolanda y Más Madrid”.

¿Y el PP?

– En cuanto al daño que le haya hecho o dejado de hacer al PP, hay división de opiniones. Leo y escucho que los genoveses han quedado dañados por ponerse de perfil. La conclusión se apoya en cierta lógica, pero me voy a censar entre los discrepantes. La patochada de Vox ha sido de tal calibre, que la abstención de los liderados por el ausente Feijóo no les va a pasar factura. Al contrario, marcando distancias con algo tan patético han conseguido dar esa apariencia de derecha moderada por la que ahora apuestan.