CREADOR de toscas gracietas y autodenominado humorista: Acude mañana a la Audiencia Provincial de Madrid a ser juzgado por un presunto chiste sobre las buenas mamadas que hacen las mujeres con síndrome de Down gracias a sus babas. Es probable que su brutal muestra de inmundicia moral no debería haber llegado a los juzgados, pero una vez ahí, también le digo que no cuente conmigo para defender su causa, y menos, en nombre de la libertad de expresión. Me resulta nauseabundo a la vez que tremendamente revelador comprobar una vez más cómo los más progres del lugar claman por no sé qué supuesta persecución que sufre. Se retratan reivindicando a un vil merluzo que hace guasas con el sufrimiento ajeno.
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