Su entorno siempre le ha llamado gitano. Para los de fuera era gipsy por su libertad característica en la cocina. Durante su época como chef privado viajando en barco por el mundo, el apodo con el que todos le conocían fuera de su círculo le sirvió para crearse el alter ego con el que triunfaría después: Gipsy Chef. Al ovetense Pablo Albuerne le había gustado el mundo culinario desde pequeño, cuando veía a su abuela cocinar y soñaba con recrear sus platos. Su primera creación la hizo siendo aún un niño: una tortilla dulce, hecha con azúcar y a escondidas. Sin embargo, Albuerne primero decidió darle una oportunidad a los estudios de fotografía. Un intento que no duró mucho, ya que rápido llegó a sus manos el libro La cocina de Santi Santamaría: la ética del gusto

Con ese libro lo tuvo claro. El ovetense se matriculó en la Escuela de Hostelería del Principado de Asturias para formarse como chef. Como si hubiese manifestado su destino, en 2001 puso rumbo a Catalunya para trabajar en el restaurante de tres estrellas Michelín Raco de Can Fabes con Santi Santamaría al mando de los fogones. Su trabajo allí duró solo un año en el que, según ha asegurado en entrevistas, trabajaba entre 12 y 14 horas diarias, con un sueldo precario y con mucha competencia entre cocineros. 

Premios RNE Sant Jordi 2022. El chef acudió como invitado a los premios de Cinematografía de RNE. David Zorraquino / Europa Press

Un comunicador canalla

Cansado de un trabajo así, llegó a sus manos el programa Gipsy Chef, en busca del fuego, su primer programa en Argentina. A este le seguirían Comer, Beber, Amar en Antena 3, Cocina Bestial! para RTVE y otras colaboraciones en diferentes programas como Zapeando. Sus apariciones en televisión dejaban ver algo más que un chef. Entre sal y pimienta había un comunicador que sabía dirigirse a su audiencia de manera divertida e, incluso, rebelde. Sus redes se dispararon: todos querían conocer los métodos culinarios del chef más canalla. 

Sus vídeos, con visualizaciones millonarias, relatan recetas sencillas para sus platos estrella. Arroces, pizzas, dulces… Todo vale para sus 138.000 suscriptores de YouTube y sus 496.000 seguidores de Instagram. Aunque admite que hay temas en los que no puede entrar. “Me amenazan cada vez que hago algo que tenga que ver con la paella, ha contado el chef a pesar de que uno de sus restaurantes, La Zorra, era especializado precisamente en arroces, paellas y cocina mediterránea. De todas formas, en 2023 se desvinculó de él al igual que de El Santo, que destacaba por cosas sencillas, pero bien hechas como bocadillos y hamburguesas.

SUS TRABAJOS MÁS DESTACADOS

‘Mi mundo en 40 recetas’. Se trata de su primer recetario, publicado en el año 2020. Está narrado en primera persona, de manera cercana y lo más parecida a sus vídeos. Además, incluye su famoso ceviche de berberechos.

‘Quiero ser japonés’. Su segundo libro publicado en 2024. Esta vez demuestra el conocimiento que adquirió durante su vuelta al mundo y propone a la gente enamorarse de la cocina nipona con platos tan típicos como el sake, el tonkatsu o el sushi.

‘Bestial’. El programa de RTVE de dos temporadas donde Pablo Albuerne cada domingo presentaba un menú XXL junto a invitados como Inés Hernand, el Kanka o Corbacho.

"Cocina sin miedo"

Con o sin paella, sigue siendo un rebelde y así lo demuestra en sus redes cuando admite que cocina sentado solo para romper con el estereotipo de chef estirado con chaquetilla. Con dos libros publicados (Mi mundo en 40 recetas bestiales y Quiero ser japonés), está encantado con su trabajo en redes sociales: “Me gusta escucharlo todo porque aprendes mucho. Estudio, miro, salgo, como mucho fuera… Me encanta la gastronomía a todos los niveles”. El chef continúa su trayectoria, sentado, y con el consejo que le dio Toni, su profesor de hostelería: “Cocina sin miedo”.