Asier Ibarlucea (Donostia, 37 años) es todo un experto parrillero. En su perfil de Instagram, @sansebastianfoodies, recomienda, prueba y muestra a sus casi 50.000 seguidores distintos modelos de barbacoas. Estudió Dirección de Cocina en la escuela de hostelería de Cebanc, luego hizo un máster de gastronomía de vanguardia y también aprendió los métodos de cocción y la aplicación de las brasas en la cocina de mariscos y de la carne en la parrilla.
Tras la pandemia, Ibarlucea diversificó sus proyectos profesionales: gestiona un negocio hostelero, ejerce de community manager, se dedica a la fotografía gastronómica… Tiene un perfil profesional muy polivalente. ”¡Hago muchas cosas!”, exclama para luego remarcar que no conviene “meter todos los huevos en la misma cesta”.
Para la confección de su primera parrilla le pasó el diseño al chef autodidacta, hortelano y herrero Javi Pérez, de Valtierra. Contactó con él por redes sociales (@hortelanoychef) y se la hizo a medida. Fue su puerta de entrada definitiva al mundo de las barbacoas, un ritual con fuerte arraigo social que se disfruta al aire libre, sobre todo a partir de la llegada de la primavera.
En su casa familiar ha recopilado un total de 10 barbacoas distintas: una Kamado tipo horno con tapa cerrada, un ahumador de estilo americano, otra con forma de platillo volante… “Muchas veces las marcas me contactan para que pruebe los modelos antes de que salgan al mercado y dé mi opinión con total libertad, diciéndoles cuáles son los pros y los contras”, cuenta.
Según su olfato como maestro asador, ¿cuál sería la mejor barbacoa del mercado? Ibarlucea recurre al que fue su profesor y sumiller. “Los más veteranos de la clase decían que el mejor vino era el Vega Sicilia y él decía que no, que es el que más te guste a ti. Con esto me pasa igual. No hay mejor ni peor”. Lo mismo ocurre con el punto perfecto de la carne: no hay una sola respuesta, pero sí muchos matices y condicionantes. “Depende de a quién se lo preguntes. En Argentina, por ejemplo, las carnes se asan mucho y cuando vienen aquí se sorprenden al ver las chuletas poco hechas”.
La clave está en tener la mente abierta y aparcar los maximalismos en cuestiones culinarias. El cocinero y hostelero donostiarra observa mucha “polarización” entre algún sector purista de la gastronomía. ¿En Euskadi también hay estos piques? “No sé si es por estar cerca de Francia o por tradición, pero por fortuna en el País Vasco somos súper abiertos con la comida. La cocina es global. Para mí es muy importante compartir conocimientos”, subraya.
Además de dominar el arte de la cocina a la brasa, el responsable de @sansebastianfoodies se deja caer por restaurantes guipuzcoanos (recomienda Tolosa y la comarca de Urola Costa como centros de peregrinaje gastronómicos) y viaja por el mundo con la excusa de probar un buen bocado.
Asia es uno de sus destinos predilectos: ha visitado Vietnam, Tailandia, Camboya, Birmania y los “espectaculares street food” de Malasia, entre otros lugares. Como anécdota, recuerda un viaje exprés que hizo con el equipo del restaurante tolosarra Ama desde Gipuzkoa hasta el restaurante Lera, en Castroverde de Campos (Zamora), especializado en comida de caza. Asier y sus amigos regresaron a sus casas en el mismo día.
“Salimos como a las ocho de la mañana”, relata. “En el camino paramos en el Landa, todo un clásico, donde desayunamos huevos con morcilla. Nos plantamos en un pueblo perdido de la nada de Zamora, comimos y nos volvimos”.
Perfil Digital
Origen. Lo que empezó como una cuenta de Instagram para recomendar a los clientes de su establecimiento hotelero sus bares y restaurantes predilectos de Donostia, @sansebastianfoodies ha derivado en un punto de encuentro gastronómico variado y para todos los públicos. Sin olvidarnos de las espectaculares barbacoas que presenta en los vídeos, Asier Ibarlucea se junta con otros creadores de contenidos gastronómicos (@bdevikingo, @cocinadelpirata, @ainaralo) para ir de pintxos, crear un sándwich de calçots o pegarse una buena alubiada en Oiartzun. Tampoco faltan sus escapadas por países asiáticos. Y casi siempre con animada música rock acompañando los Reels.