Guda dantza, del 'ska' al 'funky' y el baile

Les conocimos al comprarles un disco cuando lo vendía en un puente junto a la Durangoko Azoka. ¿Cuánto tiempo ha pasado de aquello?

Jon Basañez: Van a hacer 10 años desde que montamos aquella mesa en el puente al lado de la Durangoko Azoka para ofrecer al público nuestras primeras canciones, pero parece que fue ayer. No éramos conscientes de que aquello supondría el inicio de un camino que, a día de hoy, nos sigue motivando para seguir adelante. Por cierto, recordamos, que del frío y corriente que hacía sobre el río Mañaria, algunos enfermaron€

Jon Maguregi: Así es, la Azoka de aquel año nos brindó muchos momentazos y fue una experiencia única e irrepetible. Montar nuestro propio 'stand' clandestino en plena calle con un altavoz a pilas como único medio para hacer llegar nuestras primeras canciones a esas personas que se animaron a apoyar los comienzos de un humilde proyecto fue el claro ejemplo de que la ilusión puede con todo.

¿Pudieron tocar el último día?

Jon Maguregi: Sí, pero tocó dar la cara con un buen resfriado en el concierto de presentación del disco 'Lainoak eta Oskarbiak'. ¡Joder que frío hacía! Eso sí, volveríamos a hacerlo mil y una veces.

Ahora, su nuevo temazo, 'Nekaturik', es de esos que uno no puede quitar de la mente. Poco tiene que ver con aquel ska de aquellos comienzos. ¿Todos evolucionamos?

Jon Maguregi: Sin duda. En nuestro caso, la evolución ha sido totalmente natural y progresiva. Siempre hemos hecho lo que nos ha apetecido y a día de hoy nos sentimos más cómodos que nunca trabajando en esta nueva versión de Guda Dantza.

Nueva versión, pero suena a ustedes. Ya en su anterior disco daban pistas. De sonar en ocasiones a unos Skalariak más trabajados a adentrarse en el funky y pista de baile vintage€

Jon Basañez: En el mundo de la música, los discos, sus temáticas, el estilo musical de sus canciones, las letras, el tono de las melodías... reflejan en muchas ocasiones las inquietudes de quienes las componen, y esto es dinámico según el momento. Siempre hemos sido un grupo con un gusto musical variado, atrevido a la hora de experimentar con diferentes estilos musicales. De ahí que, entre otros, se aprecie un giro hacia el lado funky/disco en ocasiones. Teníamos ganas de bailar y de ritmazo.

Cierto. Pocos grupos vascos y, menos euskaldunes, han trabajado estos géneros de un tiempo en el que ustedes ni habían nacido. ¿Cómo llegan a ese sonido de bola de sala de fiestas americana?

Iker Maguregi: Es verdad que no hay muchas referencias cercanas de este estilo. Hemos tenido que escuchar fuera, muchas referencias de diferentes épocas hasta encontrar la mezcla de proporciones que más nos representaba. Puede parecer un cambio brusco de rumbo, pero no lo es, seguimos haciendo música bailable.

'Nekaturik', tras 'Pizten doa', es el segundo adelanto de su próximo trabajo, un EP de cinco canciones. Van a editarlo por medio de códigos QR. ¿Lo pueden explicar?

Ander Basañez: Dado que el EP -disco con pocas canciones- se va a llamar 'Esan Gabekoak' y nos hemos propuesto contar todo aquello (o casi todo -risas-) que normalmente no se ve, hemos de admitir que, a pesar de tener nuestras dudas, hemos dado carpetazo al formato disco y esta será una edición especial. El EP se venderá en formato físico y tendrá forma de disco, pero no podrá introducirse ni en el coche ni en un reproductor. Contará con otras novedades, ya que dispondrá de un QR que nos llevará a un contenido adicional que nos permitirá adentrarnos en las tripas del grupo y sentirnos parte de él, conocer los procesos que conlleva sacar un EP y mucho más.

¿Quién compone la música y quién escribe los textos?

Alain Beraza: Al igual que la música, las letras son algo que construimos de manera colectiva. Sí que es verdad que yo suelo tener las ideas iniciales y generales sobre los textos, pero hay frases de todos en las canciones, es algo a lo que cada vez le dedicamos más atención a nivel grupal.

Las letras han ganado mucho en comparación con sus inicios€ ¿También lo creen? ¿Influencias?

Alain Beraza: Después de hacer un disco con un contenido social tan marcado como Argibideak, sentimos que nos tocaba hablar de nuestras mierdas y escribir sobre cosas más terrenales con las que todo el grupo pudiera identificarse.

Son de Leioa y Algorta. ¿Cómo ven el panorama en la margen derecha?

Alain Beraza: Últimamente están surgiendo propuestas muy interesantes, por ejemplo, los S.A.D. (Sistemak Arriskutsuak Dira) han hecho un discazo, todo un viaje a través del rock de los 90.

Sus últimos videoclips son maravillas visuales. Hay que felicitar a Iker Maguregi, batería del grupo, y su equipo, por estos cuidadísimos trabajos.

Iker Maguregi: Muchísimas gracias. Intentamos exprimir nuestros recursos al máximo para sacar algo interesante. Siempre partiendo de la canción claro, el vídeo no es más que un apoyo. Si la canción es buena va a funcionar igualmente.

No han dejado de ganar premios. Recordamos el enigmático y recomendable corto Azken otsoa, de 2018. ¿Qué sintieron al ir cosechando tantos galardones?

Iker Maguregi: Han pasado cuatro años desde entonces, lo recuerdo con mucho cariño. Ahora ando moviendo mi segundo cortometraje por festivales. Sin duda los premios son un reconocimiento, siempre hace ilusión, pero el mayor premio es poder dedicar tu tiempo a lo que te apasiona.

El trompetista Jon Basáñez ha regresado al grupo. Junto a su hermano, el saxofonista Ander, son uno de los tándem de vientos más compenetrados y con gusto de Euskal Herria. ¿Cómo trabajan sus melodías?

Jon Basañez: Es un halago, pero ya nos gustaría... Por lo menos, tratamos de que nuestras melodías sean pegadizas, sorprendan y tengan ritmo, y, sobre todo, se adapten y vistan a la canción como esta se merece. El resto de la banda también participa en la composición de melodías. La mayoría de veces escuchamos las grabaciones de la base rítmica y voz de las canciones, hasta que, de una forma natural, se nos van ocurriendo melodías en la cabeza, nos ponemos a silbarlas... Al final, las pasamos al instrumento y las probamos con la banda. Cuando una melodía funciona, se sabe, se siente.

Hablando de hermanos, es curioso que en un grupo haya dos parejas de hermanos. ¿Los Maguregi también trabajan sus partes en casa?

Jon Maguregi: Por supuesto. No concibo el mundo de la música sin mi hermano Iker. Siempre ha sido parte de los proyectos musicales de los que he podido formar parte y no me imagino haciendo música si no es con él.

Al bajo encontramos a Eneko, que tomó el testigo dejado por el cofundador Xabi Torralba. No debió ser fácil porque este último también es una máquina€

Alain Beraza: Xabi es un buen amigo, además de un grandísimo bajista que sabe buscar la línea precisa para que muevas el culo. Seguir sin él fue complicado, pero por suerte encontramos a Eneko. Muchas veces decimos que el Ayuntamiento de Bilbo debería pagarle por sostener gran parte de la escena bilbaína con su bajo.

Pocos grupos cuidan tanto sus redes sociales como ustedes. Impecables, con hermosas fotos de Andrea Martínez.

Ander Basañez: Y desde aquí mostramos nuestra mayor gratitud hacia todo nuestro equipo de confianza con el que contamos desde hace años y que hacen que el contenido visual complemente a la perfección lo que producimos musicalmente. Sobra decir que fardamos de los fotones que nos saca Andrea, aunque también es cierto que a veces nos cuesta ponernos delante de la cámara y nos sentimos ridículos posando cuando nos captura.

Los grupos lamentan que está complicado encontrar conciertos tras la pandemia. ¿Cómo prevén el verano?

Ander Basañez: Pues está muy difícil. Y es cierto que echamos en falta esa adrenalina de subirnos al escenario, y más si es en unas herriko jaiak, pero tampoco esperamos grandes movimientos este próximo verano. Estamos focalizados en sacar este EP, en el que tanto hemos trabajado y con ansias de recibir el feedback de los oyentes, y después, todo lo que llegue, será bienvenido.

¿Cómo llevan la omnipresencia y casi dictadura actual del reguetón y el hip-hop?

Alain Beraza: Son géneros con los que convivimos y de los que disfrutamos. Podemos flipar con Anderson Paak o Parcels, al igual que lo hacemos con Tego Calderón, por ejemplo. Todo es música.