No hay salud sin salud mental, dice el viejo refrán, y los datos no engañan: casi uno de cada seis vascos ha recibido un diagnóstico de salud mental antes de los 30 años. Entre los menores, la situación también preocupa: la ansiedad, la depresión y los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) muestran un aumento moderado, especialmente en adolescentes.

La jefa de Psiquiatría de la OSI Araba, Ana González-Pinto, alerta de esta tendencia a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA y subraya la importancia de la prevención y la atención temprana para evitar que el malestar se convierta en enfermedad con motivo del Día Mundial de la Salud Mental que se ha celebrado esta semana. 

Entre los trastornos más frecuentes se encuentran la ansiedad y la depresión, que afectan principalmente a mujeres y menores de edad, seguidos por psicosis, trastornos bipolares, trastornos de la conducta alimentaria (TCA) y problemas derivados del consumo de sustancias. Según González-Pinto, cerca de la mitad de las enfermedades mentales graves comienzan en la infancia o adolescencia, y los factores sociales, como un nivel socioeconómico bajo o la soledad no elegida, duplican el riesgo de enfermedad mental.

La mitad de los trastornos graves comienzan en la infancia o adolescencia, según explica la jefa de psiquiatría de la OSI de Araba

Asimismo, la profesional insiste en diferenciar entre malestar emocional, que no es enfermedad, y trastorno mental, y recuerda que desde la pandemia se ha visto un ligero aumento de ansiedad y depresión en mujeres y menores, así como un incremento moderado de los TCA.

El perfil de los pacientes atendidos en la OSI Araba se mantiene similar al histórico, aunque se observa un incremento notable de menores y de casos de trastornos de la conducta alimentaria. “El perfil de las personas que atendemos es similar al que veníamos viendo previamente, pero con mayor frecuencia de menores y de trastornos de la conducta alimentaria”, explica Ana González-Pinto, jefa de Psiquiatría.

Los profesionales de la unidad constatan que cada vez hay patologías más complejas, en las que un mismo paciente puede presentar varias enfermedades mentales a la vez, o combinaciones de trastornos mentales y físicos.

Este fenómeno refleja la creciente necesidad de una atención multidisciplinar y coordinada, que incluya psiquiatras, psicólogos, enfermeras, trabajadoras sociales y otros profesionales, para abordar de forma integral tanto los síntomas como los factores sociales y familiares que influyen en la evolución de la enfermedad.

Atender a la salud mental desde edades tempranas ayuda a evitar que el malestar se convierta en enfermedad. Freepik

ATENCIÓN ESPECIALIZADA

Además de la atención especializada, la Atención Primaria juega un papel clave en la detección y seguimiento de los problemas de salud mental. Según González-Pinto, “en Atención Primaria hay personal médico y de enfermería, además de otros profesionales.

Tras las reuniones del Pacto Vasco de Salud se ha iniciado un proyecto de atención por parte de psicólogos sanitarios en Atención Primaria, con un proyecto piloto en 13 centros de salud de Euskadi”. Este refuerzo busca garantizar que los problemas de ansiedad, depresión o TCA sean detectados de forma precoz, antes de que se agraven.

Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, la jefa de Psiquiatría de la OSI Araba alerta del aumento de casos en menores y destaca la importancia de la prevención y la atención temprana

Además, según destaca, en la Red de Salud Mental de Araba trabajan de manera coordinada psiquiatras, psicólogos clínicos, enfermeras, trabajadoras sociales y monitores, además de contar con Centros de Salud Mental, Hospitales de Día y el Centro de Atención y Tratamiento a las Adicciones (COTA). En el Hospital Universitario de Araba se concentran las urgencias y las unidades de hospitalización especializadas. “Damos apoyo también al personal médico de todas las especialidades cuando surgen problemas de salud mental”, añade. 

Más de 500 enfermeras de Osakidetza trabajan en salud mental en Euskadi. IREKIA

PSICOTERAPIA

La prevención es otro de los pilares de la estrategia en salud mental. Una de las principales herramientas es acudir a las escuelas para trabajar con los menores antes de que los problemas se consoliden. “En ese sentido desarrollamos hace ya 7 años una psicoterapia específica basada en la resiliencia.

El Departamento de Educación por su parte también ha desarrollado iniciativas en este sentido. Esperamos poder seguir avanzando en estas áreas”, explica González-Pinto. Además, desde el Hospital Universitario de Araba se están desarrollando proyectos de sueño en adolescentes y programas de alimentación saludable, cuyo impacto se analiza en relación con la prevención de trastornos de ansiedad, depresión y TCA.

Los menores y adolescentes son cada vez más frecuentes entre los pacientes con trastornos de la conducta alimentaria

Para menores en la OSI Araba hay una Unidad de Hospitalización, un comedor terapéutico para TCA, una consulta de enlace con Pediatría para los casos que requieran atención, un programa de prevención de ingreso y de alta precoz, y unidades ambulatorias como el programa intensivo de TCA y el Hospital de Día para pacientes muy graves.

Además, según explica la profesional, se trabaja en un grupo de trabajo para menores en exclusión social, donde participan Educación, Bienestar Social, Ayuntamiento, la Red de Salud Mental de Araba y el propio hospital “para ofrecer la mejor atención posible”. 

Quien cuida la mente, cuida la vida, reforzar la prevención, garantizar la detección temprana y mantener una coordinación estrecha entre todos los servicios de salud y educación no solo protege el bienestar de los jóvenes hoy, sino que construye una base sólida para su futuro y para el de toda la sociedad.