Cruz Roja ayuda a encontrar empleo en Álava a 1.400 personas
Más de 44.000 personas en Euskadi han participado en el Plan de Empleo de Cruz Rojadesde su creación hace 25 años y cuya tasa de inserción es del 35%, aunque en algunos cursos es más alta, como los de cuidados, construcción y hostelería, ya que son donde más urge encontrar trabajadores. “En Álava, atendemos a lo largo del año a entre 1.300 y 1.400 personas”, precisa la responsable del mismo en Euskadi y Álava, Teresa Romero, que hace un balance “superpositivo” de este Plan, el cual, por cierto, celebra el martes por la mañana sus bodas de plata en el hotel NH Canciller Ayala de Vitoria (Ramón y Cajal) reuniendo a autoridades y personas que han participado por él, quienes darán a conocer su experiencia en el mismo.
El impacto de estos 25 años se refleja en resultados tangibles:
• Más de 44.000 personas acompañadas, en su mayoría mujeres (24.339).
• 9.106 contratos conseguidos, fruto del trabajo conjunto con empresas.
• 23.991 personas formadas en competencias clave para acceder al mercado laboral.
• Más de 2,7 millones de horas de intervención dedicadas al acompañamiento personalizado.
• 4.642 empresas colaboradoras y 11.534 alianzas que han hecho posible abrir oportunidades laborales reales.
Pero todo este trabajo, y nunca mejor dicho, no hubiera sido posible sinel compromiso de miles de empresas y personas voluntarias, de financiadores, y del personal laboral que ha hecho posible construir este recorrido para ayudar a esas personas con dificultades a la hora de adentrarse en el mundo laboral.
Teresa Romero, responsable de Empleo de Cruz Roja en Euskadi y Álava
DE FUTURO
Para ello, Cruz Roja puso en marcha en Euskadi este Plan de Empleo en 2020 con el objetivo claro de que mejoraran sus oportunidades de futuro. En esa primera etapa, lo hizo con el apoyo del Fondo Social Europeo, centrándose en apoyar a las personas migrantes, mediante el proyecto Red Interlabora, en el marco europeo de la lucha contra la discriminación.
ESTEREOTIPO
Sin embargo, hoy está abierto a todo el mundo. “Es importante romper con el estereotipo, de asociar que a este plan solo van personas migradas, porque se nos acerca un amplio abanico de perfiles: desde los que quieren montar algún negocio o para mujeres que necesitan un empleo y necesitan conciliar mientras tanto o para las que han salido del mercado laboral durante la crianza de sus hijos y necesitan actualizarse”, subraya.
Constante evolución
Tras esa primera etapa del Plan, que se prolongó hasta 2006, se fueron sumando otras, así como otros colaboradores estables, como las Diputaciones Forales de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa, además de Lanbide-Servicio Vasco de Empleo, numerosos ayuntamientos, así como de entidades privadas y fundaciones que han sumado esfuerzos en distintos momentos (como Fundación “la Caixa”, Fundación Telefónica, Fundación Endesa, Fundación Accenture o Fundación Michelin).
“Y luego nos hemos ido adaptando porque la historia del Plan es de evolución. Por ejemplo, entre 2008 y 2015, detectamos que lo que había que reforzar era el empleo de las mujeres porque eran las que más descolgadas se habían quedado de esa situación”.
De hecho, en la actualidad, por cada 100 personas que atienden en este Plan de Empleo, 60 son mujeres y 40 hombres.
A partir de ahí, en la siguiente etapa (entre 2016 y casi hasta la pandemia) “nos centramos en reforzar el empleo juvenil porque las tasas de desempleo eran bastante más altas”.
Y con la irrupción del covid (2020), llegó el momento de otro gran desafío, el de “preparar todo a toda prisa, pero nos adaptamos para hacer ese acompañamiento a distancia”.
DANA
Y su adaptación continúa. “Ahora, por ejemplo, se va a cumplir un año de la DANA y nosotros hemos estado también allí, como Cruz Roja Euskadi, desplazando equipos para recuperar allí su vida, después de una primera etapa de pura emergencia médica. Además de dar apoyo allí, dimos ayudas económicas a personas que tenían negocios y habían perdido la librería, la ferretería, la tienda de moda...
IA
El impacto de la digitalización ha sido uno de los grandes retos al que han sabido enfrentarse “y seguramente será una de las cosas a los que tengamos que seguir encarando, porque los cambios en la digitalización generan nuevas brechas. Y con la irrupción de la inteligencia artificial (IA) se va a acelerar más aún y no queremos que se convierta en otra brecha más de las personas para acceder al empleo”.
ZONA RURAL
También están “muy empeñados en llegar al mundo rural y a las que tienen más dificultad de nuestra provincia”, através de itinerarios y de centros de empleo, como los de Vitoria, Oion y Campezo, lo que en colaboración con Lanbide, hace que las personas no tengan que desplazarse.
“Y tenemos un proyecto, que se llama Impulsa Autoempleo, pensado para las que quieren montar un pequeño negocio, y que les permite además mantenerse en su pueblo”, ilustra Romero.
TESTIMONIO DE UNA PARTICIPANTE: “Si no fuese por ese primer curso, no estaría donde estoy hoy".
Djeneba Abdoulaye Coulibal, una mujer maliense que ahora tiene 40 años, se enteró de la existencia de este Plan de Empleo de Cruz Roja en Álava “por unas amigas que habían estado aquí antes”. Y mejor consejo no la pudieron dar. Gracias a ello, realizó una capacitación de Limpieza con todas sus formaciones transversales en competencias, búsqueda activa de empleo y acompañamiento laboral. Tras realizar las prácticas en UNI2, tuvo la suerte de seguir trabajando en esta empresa durante casi una década y ahora mismo se gana la vida como auxiliar de enfermería en una residencia de Álava, tras haberse sacado una FP al respecto. “Si no fuese por ese primer curso, no estaría donde estoy hoy. Me dieron la oportunidad de hacer un curso teniendo niños pequeños, con horarios flexibles, porque aquí se empezaba a las 9.00 horas, así que dejaba a mis hijos en el colegio. En esa época tenía dos niños y ahora tres”.
Durante estos 10 años, en los que siempre ha estado en contacto con Cruz Roja, ha estado estudiando para tener la ESO. Posteriormente, pudo obtener el título de FP Auxiliar de Enfermería, y este año, accedió de nuevo a un proyecto de empleo de Cruz Roja de Medidas Específicas de Empleo y a través de intermediación laboral, ha comenzado a trabajar como auxiliar de enfermería.
Todo un ejemplo de superación el de esta mujer que recomienda "al mundo entero" participar en este Plan. "Cuando llegué al curso estaba muy nerviosa, no entendía muy bien cómo me iban a tratar y tampoco entendía muy bien el castellano. Mi preocupación era esa, pero al entrar, me sentí relajada por la amabilidad de la gente, lo digo desde el corazón, la empatía que han tenido hacia mí… Y la seguridad que he tenido aquí no se puede expresar con palabras. Por mi parte, estoy más que satisfecha por sus servicios”, agradece.
Djeneba Abdoulaye, en la sede de Cruz Roja en Álava
INDIVIDUALIZADO
En cuanto al proceso, para participar en este Plan, lo primero que se hace es hacer una entrevista individual para centrar el objetivo profesional “porque igual nos dice que quiere un curso de carretillero, pero igual tu deseo no es trabajar en un almacén, porque te gusta más el mundo profesional. A partir de ahí les orientamos, les formamos y les acompañamos en ofertas de empleo que generan las empresas y entidades con las que tenemos alianzas”.
La respuesta es individualizada. “Hay perfiles, como el que ha trabajado toda su vida en una industria y supera los 50 años y de golpe, se queda en paro y ahora se encuentra que no sabe ni cómo aproximarse".
Así que igual hay participantes que necesitan solo un empujón: para saber cómo mejorar su currículum y darles cuatro claves para buscar empleo por internet, u otras que, realmente están alejadas del mundo laboral, por lo que tienen que desarrollar competencias básicas, digitales y trabajar mucho más la entrevista y realmente formarse en algo porque no tienen cualificación. Y en otras, trabajan esa motivación perdida”.
También trabajan con jóvenes para el retorno educativo a los que forma para que tengan una mejor cualificación laboral y un mejor empleo.