En 2022 cerró Ronin, la librería friki de Vitoria que se había erigido como una referencia para todos los amantes de los juegos de cartas tras 27 años de servicio. Muchos se preguntaron si alguien cogería el manto y, un año después, celebraron la noticia de que Aitor y Ane, dos amantes de los Trading Card Games (TCG), habían abierto La Posada para continuar su estela.
Como un ave fénix, el espacio de la calle Pintor Jesús Apellaniz resurgía de sus cenizas el 12 de abril de 2024. Casi un año después de aquel día, Aitor explica por qué el negocio baja la persiana por última vez este 31 de marzo.
Cualquiera que pasase por delante de la tienda podía ver cómo se celebraban torneos de 'Magic the Gathering', 'Yu-Gi-Oh', 'One Piece' y 'Digimon'
Ambos emprendedores eran clientes de Magic All Goal, la tienda de cartas y juegos frikis más grande de Vitoria, y decidieron coger los puntos débiles de esta tienda para hacerlos fuertes en su nueva propuesta.
Aitor recuerda el mes que abrieron como caótico: “Como este local era antes el de Ronin, había muchas cosas que reformar. El cableado, las luces, los suelos, las paredes y los muebles los pusimos nosotros. Fue un caos para poder abrir a principios de abril, porque además coincidía con la salida de una expansión de Magic.”
Cualquiera que pasase por delante de la tienda un fin de semana podía ver cómo se celebraban torneos de Magic the Gathering, Yu-Gi-Oh, One Piece y Digimon. Junto con Warhammer, estos juegos eran el alma de La Posada y los clientes se organizaban entre ellos para jugar.
Estancados
Sin embargo, a pesar de tener una clientela fiel que acudía con regularidad para poner a prueba sus mazos, Aitor y Ane no encontraron el éxito que esperaban: “Sí que es cierto que durante los primeros meses sí podíamos cubrir gastos fijos y pedidos para seguir trayendo cosas a la tienda, pero llegó un punto en el que nos dimos cuenta que llevábamos 3 o 4 meses que estábamos estancados, que no éramos capaces de subir nuestros beneficios. Probamos a hacer torneos de otro tipo, en otros días, con otros horarios, con otros premios... La tienda física la hemos cambiado dos veces…”
Porque las tiendas de estas características viven de las novedades, no de torneos. A pesar de que habían “acertado” con las expansiones que han traído a la tienda, Aitor reconoce que no fueron suficientes: “Es como un pez que se muerde la cola. Si no puedo traer todas las novedades, no va a venir la gente suficiente. Si no viene la gente suficiente, no van a poder comprar las novedades. Y aunque venga gente de ciudades como Bilbao o Zaragoza a un torneo, no es suficiente. Una tienda no vive de un torneo, vive de la gente de Vitoria.”
“Este tipo de sitios es un refugio para dejar de la puerta para afuera los problemas que tengas"
“Nos dimos cuenta de que en Vitoria no hay suficiente gente para dos tiendas de este estilo” -concluye- "el negocio funciona, pero no le vemos una proyección de futuro”. Por eso La Posada continuará de forma online como distribuidora.
Comunidad acogedora
A pesar del cierre y los problemas propios de llevar una tienda por primera vez, Aitor tiene un buen recuerdo de este año de andadura, en gran parte por una comunidad friki que es “acogedora” y que siempre tiene los brazos abiertos para nuevos integrantes porque no olvida que nadie empieza sabiendo: “Este tipo de sitios es un refugio para dejar de la puerta para afuera los problemas que tengas. Vienes aquí, juegas, te lo pasas bien y ya está. Fuera la gente tiene sus problemas y sus historias, pero cuando viene aquí está con sus amigos o viene solo. Es tan fácil como acercarse a una mesa y decir ‘Oye, ¿te importa jugar?’”