La depuradora de Crispijana es una instalación clave para gestionar el ciclo del agua en Vitoria. Desde su inauguración hace 40 años se ha reformado y ampliado en numerosas ocasiones con el fin de mejorar el funcionamiento de la planta.
La última de estas grandes reformas, iniciada en 2020, tras una inversión global de 5,5 millones de euros, acaba de finalizar, informa la sociedad municipal de aguas Amvisa.
Instalaciones y equipos
El proyecto ha abordado dos tipos de intervenciones. Por un lado, las obras dirigidas a reparar y renovar las instalaciones y equipos. Por otro lado, las destinadas a mejorar la planta.
En ambos casos, se ha intervenido en las tres líneas de tratamiento del proceso de depuración: agua, fangos residuales y biogás generado.
“La reducción del impacto ambiental de la depuración ha sido uno de los principales objetivos del proyecto, lo que fundamentalmente se ha traducido en la incorporación de equipos con criterios de eficiencia energética y autoconsumo de energía”, destaca Amvisa.
625 paneles solares
Entre las mejoras realizadas está la ampliación del edificio de control de la planta para tener más espacio, la reforma del antiguo edificio de control para recibir las visitas de escolares y la instalación de un nuevo gasómetros que complementa al actual, que data de 2017.
A partir del biogás se produce energía suficiente para satisfacer la mitad del consumo de la planta.
También se han instalado paneles fotovoltaicos para autoconsumo, tanto en los tejados de los edificios como en la explanada situada al oeste.
Tornillos de Arquímedes
Son 625 paneles con una potencia de 289 kw. Igualmente se ha avanzado en la digitalización de la planta y en la medición de los datos.
En cuanto a las instalaciones y equipos renovados, detalla Amvisa obras en pavimento, pasarelas, barandillas y otros elementos de la urbanización interior, así como una nueva batería de condensadores y tornillos de Arquímedes, para elevar el agua residual desde el pozo de llegada hasta la primera fase del tratamiento.
Tratamiento de fangos
Asimismo, se ha renovado la tubería de vaciado de la depuradora, y en la línea de fangos, se han realizado modificaciones para optimizar su proceso de tratamiento.
La planta de Crispijana es la infraestructura en la que se depuran las aguas residuales de uso doméstico y de la limpieza de los locales comerciales, los servicios públicos y la industria.
Desde 1984
Inaugurada en 1984, se ha ampliado con sucesivas actuaciones, como la de 2006, cuando se incluyeron mejoras para optimizar el funcionamiento de la instalación y cumplir la normativa.
La planta ocupa 4.500 metros cuadrados y trata un caudal diario superior a 100.000 m3 de agua.