Tras meses de disfrute vacacional, sin horarios y con mayor espacio para el ocio y planes en la playa o la piscina, es tiempo de retomar la rutina. Este viernes, sin ir más lejos, ha sido el turno de muchos txikis en Vitoria, quienes aún con el sabor veraniego, han abrazado –con más o menos ganas– la tradicional vuelta al cole; fiel compañera cada mes de septiembre.

En algunos colegios de la capital alavesa, como la ikastola Abendaño, Hogar San José, Mendebaldea o Francisco de Vitoria, ha sido una jornada de presentaciones; de conocer nuevos compañeros de clase y de emotivos reencuentros con los que ya se mantiene relación. Una primera toma de contacto con el nuevo curso académico; que arrancará de forma lectiva el próximo lunes día 9 en los centros de la ciudad.

En Abendaño Ikastola...

A las puertas de la ikastola Abendaño, con la mirada puesta en la presentación de las 11.45 horas, Irati, alumna de cuarto de Primaria, se ha mostrado feliz por volver a las aulas. “Estoy muy contenta”, ha expresado sonriente a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA. Aún y todo, no esconde que, si fuese por ella, alargaría las vacaciones “una semanita más”.

Inicio del curso escolar en la ikastola Abendaño Alex Larretxi

"Han sido más de dos meses en los que ya no dan las horas para atenderles"

Junto a ella, su padre Xabier, cree necesario el inicio de la etapa escolar para dar un respiro a los progenitores y retomar así tanto “la rutina” como “los hábitos de comer”. “Han sido más de dos meses en los que ya no dan las horas para atenderles. Además, los que no tenemos más recursos que padre y madre necesitamos la alternativa del colegio para estar unas horas liberados de lo que supone estar 24 horas con los niños”, ha indicado.

“Y que ellos puedan seguir aprendiendo”, ha añadido. Y precisamente, para encaminarles hacia ese largo camino de aprendizaje, el apoyo familiar siempre es bienvenido. “Le digo que se lo pase bien, que vaya contenta porque ya conoce a la gente”, ha compartido mirando a Irati.

Con el verano aún en mente

Lo cierto es que tras más de dos meses de parón, hay quien lleva peor lo de seguir un horario cerrado y realizar tareas escolares. Como es el caso de Oier, quien a pocos minutos de cruzar la puerta del centro para adentrarse en su aula, ha expresado a este periódico que no le apetecía regresar al colegio.

"El patio me gustaría que durara más tiempo. Si es una hora la clase que sea una hora el recreo"

De hecho, ha destacado que lo único bueno es poder ver y estar con su cuadrilla de amigos, sobre todo “para jugar a fútbol”, como también ha dicho su compañero Oihan. “El patio me gustaría que durara más tiempo. Si es una hora la clase que sea una hora el recreo”, ha propuesto el escolar.

Inicio del curso escolar en la ikastola Abendaño Alex Larretxi

Además, ha dejado claro que no le “gusta aprender”. Y es que tras un verano por Picos de Europa, lo normal es que cueste desprenderse del los meses estivales. De hecho, el txiki de tercero de Primaria ya tiene la vista puesta en su próximo viaje: Londres.

Junto a este grupo, Itziar, madre de Oier, ha señalado que el verano y el comienzo de las clases son etapas “diferentes”. “En verano hay otro tipo de plan, es más divertido, diferente. Digamos que te desmadras más, por eso es importante también poner unos horarios”.

"Siempre le digo que intente pasárselo bien, que cuide de sus cosas y de sus amigos"

En este sentido, cree que “un poco de rutina les viene bien”, aunque la mochila parezca pesar el doble o triple en un inicio. “Siempre le digo que intente pasárselo bien, que cuide de sus cosas y de sus amigos. Que también intente conocer a gente nueva e integrar al que viene por primera vez. Y, sobre todo, qué esté tranquilo, porque es normal estar nervioso”, compartía Itziar.

Material escolar

En lo que material escolar respecta, en su caso, no ha notado un incremento de precios en el material escolar. “Libros de texto no compramos porque hay un sistema en el colegio para se basa en reutilizarlos, por lo que, personalmente no te diría que haya gastado más que otros años. Al final se compran cuatro cuadernos y el estuche”, ha explicado Itziar.