El Ayuntamiento de Vitoria, además de restringir el tráfico en episodios de alta contaminación, también ha incluido dentro de su Plan de acción a corto plazo aprobado el pasado 5 de julio, una serie de medidas específicas a poner en marcha cuando se esté en situación de alerta por partículas en suspensión e intrusión sahariana. No en vano, provocan una pérdida en la calidad del aire, pudiendo tener efectos negativos sobre la salud y el medio ambiente.
Así lo explicó este martes Andrés Alonso, Jefe de Servicio de Sostenibilidad, Clima y Energía, cuando informó de este plan en comisión y destacó que este tipo de contaminación, por desgracia, “es cada vez más frecuente”.
Sin ir más lejos, en marzo de 2022 la ciudad sufrió una lluvia de barro por la llegada de una calima sahariana, una gran masa en suspensión que dejó las calles y coches cubiertos de un polvo anaranjado, como consecuencia de este fenómeno extraordinario que se sufrió en muchas otras ciudades, desde la vecina Bilbao a otras como Madrid, y todas de la zona este del Mediterráneo: Almería, Málaga, Alicante, Valencia, Murcia o Baleares. Una situación que también enturbió la visibilidad y provocó picor en los ojos.
Actuaciones
En concreto, en cuanto a las actuaciones a tomar, por estas partículas del Sáhara, “porque aunque no son consecuencia de la ciudad, tampoco es bueno que contribuyamos a su incremento”, son prohibiciones de obras y otras determinadas actividades que puedan generar contaminación atmosférica particulada, tales como demoliciones, limpieza de fachadas, corte o abrasión de materiales en la vía pública, sistema de limpieza con soplado, etc.
Asimismo, no se podrían quemar restos vegetales “u otros” y estarían vetadas las operaciones de manipulación de graneles, “extremando las precauciones respecto a los almacenamientos de material pulvuriento a la intemperie en el marco de sus autorizaciones ambientales”.
En cambio, se aumentaría la frecuencia y riego de la limpieza de los viales de la urbe “por la resuspensión de partículas, incluyéndose, particularmente, las zonas de acceso a almacenamiento de graneles a la intemperie, tanto público, como privado”.
Información
También se llevarían a cabo “medidas de información”, a través de la página web y medios de comunicación, sobre otras “medidas excepcionales de recomendación”, para explicar la necesidad de limitar la práctica deportiva en el exterior o las actividades extraescolares al aire libre; que se use la protección adecuada para la realización de trabajo en el exterior y que se evite la estancia prolongada en la calle de las personas más sensibles.
En cuanto a las medidas de tráfico, serían las mismas que las planteadas para otras situaciones de alerta: aplicar la gratuidad del autobús urbano, limitar la circulación de vehículos de más de 3.500 kilos en las horas de máxima intensidad de tráfico (de 7.00 a 10.00 horas y de 18.00 a 21.00 horas) y, por último, restringir la circulación de los vehículos en el centro urbano, en función de las etiquetas medioambientales de la DGT, salvo excepciones, como los que prestan servicios esenciales (transporte público, vehículos de movilidad reducida, etc.).