Maider Etxebarria afronta su segundo debate de la ciudad. El año pasado, en su primera intervención ante el Pleno municipal de Vitoria, la alcaldesa expuso su programa de gobierno para el inicio de una legislatura con un ejecutivo en minoría, integrado por socialistas y jeltzales.
Se estrenó el 5 de octubre de 2023, a los cien días de mandato, y su primer compromiso fue la acción, es decir, responder a lo largo de su mandato a los desafíos de una ciudad en plena transformación.
Etxebarria ha desgranado las principales actuaciones del Ayuntamiento de cara al nuevo curso político.
Tranvía a Zabalgana
Entre todas, destacan los avances en el tranvía a Zabalgana, obras que fecha a finales de 2025 o principios de 2026.
Entre ambos ejercicios también estará listo el Plan Especial de Rehabilitación Integral (PERI) del Casco Viejo, fundamental para cualquier actuación urbanística en el barrio.
Avisos y alertas
En el apartado de sostenibilidad, anuncia la alcaldesa restricciones al tráfico, con limitación de velocidad a 30 kilómetros por hora en toda la ciudad, en episodios de alta contaminación del aire.
En materia de barrios, avanza que después del verano empezará la rehabilitación energética de 185 viviendas de Zaramaga.
En instalaciones deportivas, informa de que el edificio de Mendizorroza tendrá una fachada vegetal, como el Palacio Europa, y la ampliación del horario de la piscina cubierta, que se abrirá a las seis de la mañana desde el 16 de septiembre.
Aeropuerto y trenes
Y sobre infraestructuras e industria, el gobierno municipal se compromete a atraer más pasajeros para Foronda, desviar los vuelos de Loiu a Vitoria cuando los aviones no puedan aterrizar en el aeropuerto vizcaíno y asentar en Gasteiz los vuelos transoceánicos.
Asimismo, estudia habilitar una variante ferroviaria que saque de la ciudad las mercancías que viajan en tren, con un by-pass desde Jundiz que rodee la ciudad por el norte. De esta manera, a la ciudad únicamente entrarían convoyes de pasajeros.
Impuestos
Al poco de iniciar su primera legislatura como la primera alcaldesa de Gasteiz, el gabinete Etxebarria sufrió su primer varapalo al no lograr el respaldo de la oposición para sacar adelante su proyecto de subida de impuestos, tasas y precios municipales.
Hoy, Etxebarria ha querido concluir su hora de intervención con un mensaje similar: un llamamiento a la oposición para que apoye las próximas ordenanzas fiscales que se debatirán en otoño en sede municipal.
Es consciente la alcaldesa de lo relevante que va a ser la fiscalidad en un ejercicio en el que se va a encarecer, y mucho, el recibo de la basura.
“Mi mano está tendida desde ya a todos los los grupos para llegar a nuevos acuerdos. Sin socios preferentes ni líneas rojas”, incide la alcaldesa.
Esta invitación a pactar la subida de impuestos se enmarca en la necesidad de ingresar dinero de las arcas municipales.
Una hucha municipal que depende demasiado, según el interventor, de la financiación que le llega de otras instituciones, principalmente de la Diputación, vía Fofel (Fondo Foral de las Entidades Locales). De la nula capacidad de ahorro neto del Ayuntamiento. Y del elevado gasto corriente.
“Mi mano está tendida desde ya a todos los los grupos para llegar a nuevos acuerdos. Sin socios preferentes ni líneas rojas”
Sin embargo, ese primer golpe se vio compensado meses después.
El gabinete Etxebarria tiene en su haber el hecho de haber logrado acuerdos con los tres partidos de la oposición.
Con EH Bildu la aprobación del Presupuesto, fundamental para gestionar los dineros del Ayuntamiento y acometer inversiones en la ciudad.
Con el PP, la compra de autobuses para mejorar el servicio municipal de transporte público, la regulación de los patinetes eléctricos y más ayudas a la rehabilitación.
“Quiero consolidar esta etapa de estabilidad y acuerdos”
Y con Elkarrekin ha logrado desbloquear y aprobar del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Vitoria, el documento urbanístico de mayor rango del municipio, enquistado desde hace años.
Asimismo, en su primer año de legislatura le han convocado varias protestas al gobierno municipal: Bomberos, trabajadores de centros cívicos, plantilla de Amvisa....
Estabilidad y acuerdos
Pero, por su alcance y afección a la ciudadanía, el cénit de las huelgas lo protagonizaron los chóferes de Tuvisa, la sociedad municipal de los autobuses urbanos.
La alcaldesa concluye su discurso ratificando su compromiso del año pasado a la hora de abrir un horizonte de progreso y modernidad para Vitoria.
“Quiero consolidar esta etapa de estabilidad y acuerdos”, se marca como reto.
