Por tercera vez este curso le ha vuelto a pasar. Una situación muy frustrante para una joven de Vitoria y su familia.

Y es que de nuevo ha vuelto a quedarse sin clases.

Queda solo una semana para que termine el instituto antes de las vacaciones de verano.

Pero la situación es insostenible porque esta alumna depende de que su intérprete no se coja una baja médica para poder seguir las clases con normalidad, en las mismas condiciones que el resto de sus compañeros.

Tiene 15 años y estudia en el instituto de Lakua de Vitoria. Nahia se quedó este viernes de nuevo sin enterarse en clase, precisamente el 14 de junio cuando se celebraba el Día Nacional de la Lengua de Signos.

Lo que sucede es que hoy en día los alumnos y alumnas sordas de Vitoria y del resto de Euskadi no tienen garantizado el derecho de recibir las clases todos los días en su lengua, la lengua de signos, como le ocurre a Nahia en su instituto de la capital alavesa.

"Cubren el problema con parches, sin una solución real"

El centro público le asignó una intérprete al inicio de curso a esta estudiante de Vitoria, pero la profesional enfermó y estuvo de baja de médica. Una situación que se ha repetido durante el curso escolar, la última vez este viernes.

La solución al problema es que desde el Gobierno Vasco le asignan dos pedagogas terapéuticas que conocen la lengua de signos pero sin el perfil necesario para cubrir las necesidades de Nahia. "Así no se soluciona nada, cubren el problema con parches, sin una solución real".

"En la Bolsa de Empleo no hay nadie para poder sustituir a la intérprete de lengua de signos", y desde el Gobierno Vasco optan por dos pedagogas terapéuticas, que tal y como denuncia esta familia de Vitoria, "no están formadas para interpretar, por lo que Nahia no puede seguir las clases como sus compañeros durante lo que dura la baja de la intérprete".

"Es muy triste y angustioso tener que depender siempre de que la intérprete no se coja la baja, porque la falta de accesibilidad continúa dificultando la igualdad de los estudiantes sordos", explican a DNA Blanca y Peio, los padres de Nahia.

Una protesta en Bilbao para hacerse oír

El viernes por la tarde esta familia estuvo en Bilbao para protestar. Junto con más familias afectadas, se han manifestado en la Gran Vía frente al Gobierno Vasco para exigir que se respeten los derechos de sus hijos e hijas sordas.

Denuncian la falta de intérpretes en la enseñanza y la desventaja de los alumnos sordos, que no pueden seguir las clases todos los días como el resto de sus compañeros

El objetivo es exigir al Gobierno Vasco la protección de la lengua de signos porque lo consideran "un derecho, no un capricho".

Los padres de Nahia y ella misma saben cuál es la solución: hay que formar en la universidad a intérpretes de lengua de signos en Euskadi y con buenas condiciones laborales.

Son muchas las familias de Vitoria y del resto de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa que se alinean en sus reivindicaciones con Eshie, la asociación de Intérpretes de Lengua de Signos y Guías-Intérpretes del País Vasco.

Urgen a las instituciones vascas la implantación de estudios universitarios de la lengua de signos con una titulación oficial para salvaguardar los derechos lingüísticos de las personas sordas y sordociegas.

Llevan años luchando por la creación de un grado universitario de cuatro años en Euskadi "público, de calidad y gratuito".

Por lo que exigen a la UPV y al Departamento de Educación del Gobierno Vasco la puesta en marcha de un grado universitario con cerca de 4.000 horas de formación.

En Vitoria los padres de Nahia no van a detenerse. Y es que Peio y Blanca lo tienen muy claro: seguirán con su lucha para que la Administración vasca se encargue de que haya una intérprete a lo largo de todo el horario escolar de su hija que estudia en un instituto de la capital alavesa. Es decir, para que Nahia pueda entender todos los contenidos impartidos en el aula.