Bilbao se convertirá este viernes por la tarde en el escenario de una nueva protesta que se prevé multitudinaria para defender un derecho.
Familias de Vitoria y del resto de Euskadi se preparan para estar en la Gran Vía el próximo 14 de junio, día nacional de la lengua de signos.
Denuncian la falta de intérpretes en la enseñanza y la desventaja de los alumnos sordos, que no pueden seguir las clases todos los días como el resto de sus compañeros
El objetivo es exigir al Gobierno Vasco la protección de la lengua de signos porque lo consideran "un derecho, no un capricho".
Entre sus reivindicaciones, decenas de familias e intérpretes urgen a las instituciones vascas la implantación de estudios universitarios de la lengua de signos con una titulación oficial para salvaguardar los derechos lingüísticos de las personas sordas y sordociegas.
"Es imprescindible formar en la universidad a intérpretes de lengua de signos en Euskadi y con buenas condiciones laborales", explica una familia de Vitoria que no se rinde.
Exigen a la UPV y al Departamento de Educación del Gobierno Vasco la puesta en marcha de un grado universitario con cerca de 4.000 horas de formación.
Y es que Peio y Blanca pelean en Vitoria desde hace años por el derecho de su hija Nahia, de 15 años, en lo que ya consideran "una carrera de fondo", por los alumnos y alumnas sordas que no tienen garantizado el derecho a recibir todos los días las clases en su lengua, la lengua de signos.
Llevan más de cinco años luchando junto a Eshie (la asociación de Intérpretes de Lengua de Signos y Guías-intérpretes del País Vasco) por la creación de un grado universitario de cuatro años en Euskadi "público, de calidad y gratuito" de lengua de signos.
Nahia necesita una intérprete todos los días en clase
Son muchas las familias de Vitoria y del resto de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa que se alinean en sus reivindicaciones con Eshie, y que estarán este viernes por la tarde protestando frente a la sede del Gobierno Vasco en Bilbao.
En Vitoria los padres de Nahia no van a detenerse. Y es que Peio y Blanca lo tienen muy claro: seguirán con su lucha para que la Administración vasca se encargue de que haya una intérprete a lo largo de todo el horario escolar de su hija que estudia en el instituto Lakua de la capital alavesa.
Es decir, para que Nahia pueda entender todos los contenidos impartidos en el aula.
Y es que la reivindicación de esta joven es simple: contar con una intérprete de lengua de signos durante todo el curso para que le ayude en el instituto y poder tener igualdad con el resto de sus compañeros.
"Es muy triste, dependemos de que la intérprete no se coja la baja"
El centro público le asignó una intérprete al inicio de curso a esta estudiante de Vitoria, pero enfermó y estuvo de baja.
La solución al problema fue que desde el Gobierno Vasco le asignaron dos pedagogas terapéuticas que conocen la lengua de signos, pero "así no se solucionó nada".
Al parecer, "en la Bolsa de Empleo no había nadie para poder sustituir a la intérprete de lengua de signos", y desde el Gobierno Vasco optaron por dos pedagogas terapéuticas, que tal y como denuncia esta familia de Vitoria, "no están formadas para interpretar, por lo que Nahia no pudo seguir las clases como sus compañeros durante semanas".
"Es muy triste y angustioso tener que depender siempre de que la intérprete no se coja la baja, porque la falta de accesibilidad continúa dificultando la igualdad de estos estudiantes", explica a DNA Blanca, la madre de Nahia.