“El aula ideal es no sentirse aislado, ni acosado, ni excluido por ser una persona sorda”. La situación de desventaja que viven es innegable. Y es que la falta de accesibilidad continúa dificultando la igualdad de estos estudiantes.
Hoy en día, los alumnos y alumnas sordas no tienen garantizado el derecho de recibir las clases en su lengua, la lengua de signos, como le ocurre a Nahia, una joven vitoriana de 14 años.
Explica qué necesitaría para poder convivir en una escuela inclusiva y sin barreras.“Quiero que me brinden recursos como intérpretes de la lengua de signos, y que los profesores que no saben lengua de signos, la aprendan”.
Esta es la principal reivindicación de Nahia García.
Tiene 14 años y vive en la capital alavesa. Su reivindicación: una intérprete de lengua de signos durante todo el curso "para que le ayude en el colegio y poder tener igualdad con el resto de sus compañeros".
Además, le gustaría que se impartiera la asignatura de Lengua de Signos para que "todos sus compañeros del instituto puedan comunicarse con ella".
Porque es la forma que tiene de comunicarse con otras personas.
Lo que ha sucedido estos últimos meses es que desde el pasado 23 de noviembre, Nahia no ha contado con una intérprete de lengua de signos que le ayude en el instituto de Lakua donde estudia.
El centro público le asigno una intérprete al inicio del curso, pero enfermó y ha estado de baja hasta esta semana, cuando ha regresado al aula.
Desde el 23 de noviembre hasta el 29 de enero
La solución, tal y como explican los padres de Nahia, fue que desde el Gobierno Vasco le asignaron dos pedagogas terapéuticas que conocen la lengua de signos, pero "realmente esto no ha solucionado nada".
Al parecer, en la Bolsa de Empleo no había nadie para poder sustituir a la intérprete de lengua de signos, y desde el Gobierno Vasco optaron por dos pedagogas terapéuticas, que tal y como denuncia esta familia de Vitoria, "no están formadas para interpretar, por lo que Nahia no ha podido seguir las clases como sus compañeros todas estas semanas".
Enfado con el Gobierno Vasco
Los padres de Nahia y ella misma lo tienen claro: hay que formar a intérpretes de lengua de signos en Euskadi con buenas condiciones laborales.
Ante la falta de una solución por parte de Educación, el enfado de esta familia es notable con las instituciones por "su falta de empatía y falta de actuación" ante la situación de vulnerabilidad de su hija.
Y lo tienen claro, seguirán con su lucha aunque haya vuelto la intérprete a clase de Nahia.
El caso de la joven vitoriana
Después de varias pruebas, los médicos concluyeron hace unos años que lo que tenía Nahia era una Encefalopatía Epiléptica con POCS.
Durante la noche, en el momento que se dormía, un electroencefalograma mostraba descargas que le afectaban. Esto generaba una alteración en el cerebro que dañaba al área del lenguaje y no le dejaba adquirirlo, lo cual ha provocado en la joven vitoriana unos daños irreversibles, concretamente sordera cortical.
La familia de Nahia, que sufre una epilepsia infrecuente, se comunica con ella mediante la lengua de signos.
Tiene 14 años. Sus padres Blanca y Peio solicitan a la Administración una intérprete de signos a lo largo de todo su horario escolar para que Nahia pueda entender todos los contenidos impartidos.