El conductor del Volkswagen Polo que fue arrollado por un coche de alta gama que competía en una carrera ilegal en el polígono de Jundiz el pasado 13 de enero ha sido imputado por conducción temeraria y homicidio imprudente, al igual que los pilotos de los dos BMW que protagonizaban la carrera ilegal.

El joven, que permanece ingresado por la gravedad de las heridas sufridas, conducía el vehículo en el que viajaban, en los asientos traseros, los jóvenes Izaro y Cristian, que murieron como consecuencia del impacto.

La chica que estaba en el asiento del copiloto, al lado contrario del impacto, resultó herida leve y una grabación de su móvil ha permitido a la Policía contar con un vídeo del accidente.

El lugar donde se produjo el accidente. Pilar Barco

La chica que estaba en el asiento del copiloto, al lado contrario del impacto, resultó herida leve y una grabación de su móvil ha permitido a la Policía contar con un vídeo del accidente

Conductor fugado

El conductor del BMW que arrolló al Polo, herido de levedad en la colisión, fue el primer imputado por la Policía y la Justicia, pues permaneció en el lugar del accidente cuando llegaron los agentes.

En aquel momento se desconocía si había más coches implicados, pero días más tarde fue detenido un segundo conductor (de otro BMW) que había huido del lugar, a raíz de la investigación desarrollada por la Unidad de Atestados de este cuerpo policial para la reconstrucción de los hechos.

Estado de uno de los coches implicados en el accidente de Jundiz. Cedida

Los implicados se enfrentan a sendos delitos de “conducción temeraria con manifiesto desprecio para la vida de terceros en concurso con dos delitos de homicidio por imprudencia grave”.

Los dos conductores que competían entre sí están en libertad provisional con medidas cautelares como la retirada del pasaporte y del carné de conducir y con la obligación de comparecer cada semana ante el juez que instruye el caso.

El día del siniestro la guardia urbana, como cada viernes y cada sábado por la noche, estuvo en la zona varias horas para vigilar que no se produjesen carreras ilegales.

Cincuenta vehículos

La Policía llegó a Jundiz sobre las 23.00 horas para vigilar que no hubiera “carreras, trompos o acelerones”. En el momento de mayor afluencia había unos 50 coches en el polígono y la gran mayoría abandonaron la zona hacia la 1.30 horas de la madrugada.

En ese momento la patrulla policial se marchó del polígono industrial y “unos cuantos coches, ocho o nueve” aprovecharon para regresar. Media hora después se produjo el accidente.