Una docena de personas residentes en un edificio de acogida anexo al complejo religioso del Monasterio de la Visitación (Salesas), en la esquina de la calle Corazonistas con Paseo de las Universidades de Vitoria, "todavía siguen con el miedo en el cuerpo", al llevarse el susto de sus vidas en la madrugada de este miércoles, tras haber sido desalojadas por un incendio del que no se habían dado cuenta porque sucedió mientras dormían.

Por fortuna, el aviso que dio un taxista y la rápida actuación de la Policía Local y servicios de emergencia desplazados a la zona evitó que hubiera heridos, aunque, eso sí, la casa quedó calcinada tras este suceso que ocurrió antes de las una de la mañana, al parecer, por una estufa.

Sus moradores son personas con escasos recursos que vivían en esta propiedad de la diócesis pero que está en usufructo por las Salesas, que eran quienes daban el permiso para que accedieran a él estas personas con el fin de evitar su exclusión social.

Hasta diez años allí

Había algunos que llevaban allí años viviendo, incluso había alguno que llevaba una década haciéndolo. Todos sus moradores eran extranjeros, de África y América Latina, y entre ello, había dos menores de edad y una persona en silla de ruedas.

“La policía les ha sacado de allí, porque estaban durmiendo, y gracias a su actuación, podemos contar que no ha habido víctimas mortales. Gracias a Dios solo lamentamos daños materiales”

“La mayoría de los que estaban allí se han dado cuenta de lo que pasaba porque la policía les ha sacado de allí, porque estaban durmiendo, y gracias a su actuación, podemos contar que no ha habido víctimas mortales. Gracias a Dios solo lamentamos daños materiales”, destacan fuentes de la diócesis de Vitoria.

¿Qué va a pasar ahora con ellas?

Esta mañana seguían asustadas, “y con miedo también porque no saben qué va a pasar con ellas”. Tras el suceso, pasaron la noche en las Salesas, “tiraron colchones al suelo en los locutorios” y ahora la diócesis está hablando con Diputación y Cruz Roja porque todos los recursos que hay ahora en la diócesis están ahora ocupados y no tienen sitio para realojarles.

En todo caso, al que hasta ahora era su hogar no podrán volver en tiempo, teniendo en cuenta los grandes desperfectos que ha sufrido: al desplomarse el tejado y que todo lo de dentro ha quedado pasto de las llamas, calcinado.

“Era una casa bastante grande, con un sótano habitable y un primer piso donde están las viviendas", concretan.

Lo hacían en dos viviendas "bastante grandes", con varias estancias y dos baños en cada una de ellas, "para que pudieran estar así más cómodas las familias que vivían en ellas”.

Antiguas casas de curas

Eran casas de los años 20 y 30 que antiguamente se usaban para sacerdotes, y que tras quedarse vacías las gestionaban las monjas ahora.

Por su parte, el edil de Seguridad, Iñaki Gurtubai, ha explicado que se desconoce, de momento, qué ha causado el fuego y se está investigando las circunstancias en las que se ha producido. Las hipótesis que barajan son varias, como que podría haber sido causado por una chimenea encendida o por algún problema eléctrico detectado la pasada semana.