Familia y allegados de Borja Lázaro celebraron ayer un acto para mantener viva su memoria cuando se cumplen nueve años de la desaparición del joven gasteiztarra en la península colombiana de La Guajira. Asistió también el alcalde Gasteiz, Gorka Urtaran, al concierto de Similar Interests en el bar Rey Louis de la calle Benito Guinea a las doce y media y a la concentración. El grupo de música, formado por amigos del joven vitoriano, reivindicó que no cese la investigación sobre lo que sucedió aquella madrugada de 2014 en la posada Pujurú del Cabo de la Vela.

El joven, de 34 años entonces, había viajado a Colombia para realizar un reportaje fotográfico y la última vez que se le vio estuvo tomando unas copas junto a un grupo de turistas. En un momento dado, Borja Lázaro abandonó su hamaca y salió descalzo de la cabaña en la que se alojaba. Dejó atrás su pasaporte, su mochila y su cámara, y de sus pertenencias sólo faltaban dos linternas y un teléfono móvil.

En un principio se barajó la posibilidad de que hubiera sido secuestrado, pues en la zona operan bandas criminales y en el pasado ya se habían producido retenciones de personas, pero no hubo peticiones de rescate. También se pensó en la posibilidad de que se hubiera ahogado en el mar. 

Desde entonces, su familia no ha ahorrado esfuerzos para que continúe la búsqueda del joven en un país donde las desapariciones son moneda común.