A excepción de lo que ocurría hace años en las tiendas de Vitoria-Gasteiz y de todo el país, el poder adquirir animales en tiendas destinadas a ello se ha vuelto una tarea imposible para muchos clientes.

El pasado 30 de junio, gracias a los votos de PNV, PSE, a los que se sumaron EH Bildu y PP, se pudo aprobar la nueva Ley de Protección Animal en el Parlamento autonómico vasco. Una normativa que entró en vigor el 18 de agosto en todo Euskadi, y siguiendo la estela de la dictada por el Gobierno de Pedro Sánchez, limita la venta de animales a establecimientos autorizados, que no podrán exhibir ejemplares vivos en los escaparates y recurrirán a catálogos o medios similares que no requieran la presencia física de los animales.

La nueva ley, tal y como reconocen desde la tienda de animales gasteiztarra ArabaCan, afecta de manera “muy negativa” en el sector. Debido a las nuevas restricciones, se ven obligados a renunciar a la venta de cachorros, al no “salirles a cuenta”. Y no es solo una cuestión económica, ya que como admiten, no ganaban una “gran cantidad de dinero” con su comercialización, debido a los costes de las garantías. El principal obstáculo es la pérdida de nuevos clientes, que tras la compra de los cachorros estaban años acudiendo a la tienda para el tratamiento alimenticio, veterinario y de peluquería de los perros.

Como remarcan desde el comercio ubicado en la plaza de la Constitución de la capital alavesa, las tiendas como la suya eran una buena opción a la hora de adquirir cachorros, ya que solían trabajar con criadores nacionales y siempre bajo las mejores condiciones posibles, entre las que se encontraba también la vigilancia veterinaria. Ahora, los clientes “se van a ver forzados” a buscarse la vida en internet para poder conseguir sus mascotas, con el riesgo que ello conlleva.

Los riesgos de la Red

Una de las corrientes más generalizadas dentro de las tiendas del sector es que la nueva ley va a generar que los puntos de venta para adquirir cachorros dejen de ser los locales profesionales, que contaban con una supervisión veterinaria y con garantías, para que lo sean los portales de internet. Unas páginas en las que en muchas ocasiones tienen lugar estafas y engaños, incluso en portales tan importantes como milanuncios.

Recalcan que en el caso de los cachorros, uno de los problemas más habituales a los que suelen hacer frente los clientes es al de recibir un tipo de raza diferente al que habían pedido por internet. Incluso, en el peor de los casos, pueden llegar a perder el dinero sin recibir nada a cambio. Pero la gravedad del asunto recae en el ámbito sanitario, y es que la mayoría de estos perros suelen ser importados de fuera de la Unión Europea. Se introducen en el continente con documentación falsificada, sin cumplir con la edad estipulada, sin pautas completas de vacunación y muchas veces con problemas de salud. Una negligencia en los controles que puede suponer un importante peligro tanto para el animal como para los humanos que lo rodeen.

Y más si cabe, con esta nueva legislación, que va a permitir el acceso a los transportes, bares, hoteles y restaurantes a los animales de compañía. Eso sí, siempre que estén atados y puedan ser controlados por sus dueños. De hecho, el titular de cada local, establecimiento o medio de transporte puede prohibir o regular su entrada, siempre y cuando lo deje claro con un distintivo visible fuera del local. Y en aquellos en los que los canes tengan prohibida la entrada, los dueños se tendrán que olvidar de dejarlos atados en la entrada solos, ya que tal y como recoge la nueva normativa, ningún perro podrá estar atado en la puerta de un negocio sin supervisión presencial por parte de la persona responsable de su cuidado y comportamiento.

Más papeleo

La nueva Ley de Protección Animal va dirigida especialmente a los perros, gatos y a los hurones, con el fin de que estas mascotas ganen en derechos y de que sus propietarios se responsabilicen de sus cuidados de por vida. Por ello, las tiendas del sector más afectadas han sido las que se centraban en la venta de estos animales, pero no han sido las únicas. Los comercios como Kiwoko, destacados por la venta de peces y roedores principalmente, reconocen que debido a la nueva normativa están teniendo que hacer mucho más papeleo. En concreto, están haciendo firmar contratos y varios documentos a aquellos clientes que quieren adquirir nuevos compañeros para sus casas.

En definitiva, una serie de trámites que pretenden concienciar a los compradores de mascotas de la responsabilidad que se adquiere al obtener una de estas. Y es que el País Vasco se ha propuesto ser la región española más severa contra el abandono y el maltrato animal. Y todo gracias a una normativa que busca que los animales de compañía dejen de ser considerados cosas y sean declarados seres vivos y “sintientes”. Además, para garantizar su buen cuidado, se castigará con multas de hasta 100.000 euros, las demás comunidades lo hacían con 60.000 euros máximo, aquellas actitudes que atenten contra la dignidad e integridad física de las mascotas. Entre ellas se encuentran el maltratar hasta la muerte; esterilizar, mutilar o sacrificar sin control veterinario; depositar alimentos envenenados en vías públicas; e inducir, promover y organizar peleas.

Tal es el compromiso de Euskadi con los animales de compañía y sus derechos, que la anterior ley sobre la protección de las mascotas, del año 1993, ya planteaba un elevado nivel de protección con respecto a las demás comunidades autónomas. Además, en esta nueva, se presta una especial atención al resguardo y desarrollo de las razas locales vascas, que son un símbolo para el territorio. Un ejemplo de ello es el pastor vasco.