En la era digital actual, los ciberataques se han convertido en una amenaza para empresas de todos los tamaños ubicadas en cualquier parte del mundo, incluso las de Euskadi y Navarra. Desde gigantes corporativos hasta pequeñas empresas familiares, ninguna organización está exenta de la posibilidad de sufrir una incursión en sus sistemas informáticos. Con el aumento de la dependencia de la tecnología, la necesidad de protocolos de actuación efectivos ante los ciberataques se ha vuelto más crítica que nunca.

En 2023, se registraron más de 200.000 incidentes de seguridad cibernética, un aumento del 25% con respecto al año anterior.

Según datos recientes, Europa ha experimentado un aumento significativo en los ciberataques en los últimos años. En 2023, se registraron más de 200.000 incidentes de seguridad cibernética, un aumento del 25% con respecto al año anterior. Estos ataques van desde intrusiones en la red hasta el robo de datos confidenciales y la interrupción de servicios críticos.

También enfrentan daños a su reputación y pérdida de confianza por parte de los clientes y accionistas.

Para las grandes empresas, los ciberataques pueden tener consecuencias devastadoras. Además de los importantes costes financieros asociados con la recuperación de la brecha de seguridad y la reparación de sistemas comprometidos, también enfrentan daños a su reputación y pérdida de confianza por parte de los clientes y accionistas. En el caso de las pequeñas empresas, la situación puede ser aún más grave, ya que a menudo carecen de los recursos y la experiencia necesarios para defenderse eficazmente contra las amenazas en la red.

La ciberequidad: ¿por qué las pequeñas empresas se están quedando atrás?

La ciberequidad: ¿por qué las pequeñas empresas se están quedando atrás?

Preparación y respuesta

Uno de los protocolos más importantes es la creación de un plan de respuesta ante incidentes cibernéticos. Este plan debe incluir la identificación de posibles amenazas, la asignación de responsabilidades claras dentro de la compañía y la definición de los pasos a seguir en caso de un ataque. Además, es fundamental realizar simulacros periódicos para poner a prueba la efectividad del plan y entrenar al personal en la respuesta adecuada ante situaciones de emergencia. Se podría decir que uno de los enfoques más comunes para la respuesta a los ciberataques es el Plan de Incidentes de Seguridad Cibernética (CISP, por sus siglas en inglés), que proporciona un marco estructurado para la gestión de incidentes cibernéticos. Este plan generalmente incluye pasos detallados para detectar, contener, mitigar y recuperarse de un ciberataque, así como roles y responsabilidades claros para el personal involucrado.

Uno de los enfoques más comunes para la respuesta a los ciberataques es el Plan de Incidentes de Seguridad Cibernética

Otro aspecto crucial es la adopción de medidas de seguridad proactivas para prevenir los ciberataques. Esto incluye la implementación de firewalls, antivirus y otras soluciones de seguridad informática, así como la actualización regular de software y sistemas operativos para evitar vulnerabilidades conocidas. Además, es importante concienciar al personal sobre las mejores prácticas de seguridad, como el uso de contraseñas seguras y la protección de información confidencial.

Es fundamental realizar copias de seguridad periódicas de los datos críticos y almacenarlas en ubicaciones seguras

En el ámbito de la gestión de riesgos, las empresas deben evaluar regularmente su infraestructura tecnológica y realizar análisis de vulnerabilidades para identificar posibles puntos débiles en sus sistemas. Esto les permitirá tomar medidas preventivas y mitigar los riesgos antes de que se conviertan en una amenaza real. Asimismo, es recomendable contar con un seguro de ciberseguridad que cubra los posibles daños y pérdidas derivados de un ataque.

Además de estos protocolos de actuación específicos, existen algunas medidas generales que las empresas pueden tomar para fortalecer su seguridad cibernética. Por ejemplo, es fundamental realizar copias de seguridad periódicas de los datos críticos y almacenarlas en ubicaciones seguras y fuera del alcance de posibles ciberataques. También es importante limitar el acceso a la red corporativa solo a usuarios autorizados y mantener un registro detallado de las actividades de acceso y uso de los sistemas.

CONSEJOS PARA LAS PEQUEÑAS EMPRESAS




EDUCACIÓN Y CONCIENCIACIÓN


Capacitar a los empleados sobre las mejores prácticas de seguridad en la red, como la creación de contraseñas seguras y la identificación de correos electrónicos de phishing, puede ayudar a prevenir muchos ataques.


IMPLEMENTACIÓN DE SOLUCIONES DE SEGURIDAD


Invertir en software de seguridad como firewalls y software antivirus, puede proporcionar una capa adicional de defensa contra los ciberataques.


RESPUESTA RÁPIDA Y EFICAZ


Desarrollar un plan de respuesta a incidentes cibernéticos y realizar simulacros regulares puede ayudar a garantizar que la empresa esté preparada para actuar rápidamente en caso de un ataque.