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Inversión que transforma

Los Certificados de Ahorro Energético impulsan la eficiencia en Euskadi

El EVE consolida el sistema CAE como herramienta clave para monetizar los ahorros energéticos y acelerar la transición hacia una economía más sostenible

Los Certificados de Ahorro Energético impulsan la eficiencia en EuskadiFotos: Cedidas

Los Certificados de Ahorro Energético (CAE) han llegado para quedarse en Euskadi. Se trata de un mecanismo innovador que permite acreditar y monetizar los ahorros de energía final conseguidos gracias a actuaciones de eficiencia energética. Cada certificado equivale a un kilovatio hora (kWh) de ahorro anual certificado, una unidad sencilla pero con un gran potencial para transformar la manera en la que empresas e instituciones gestionan su consumo energético.

Los CAE son mecanismo innovador que permite acreditar y monetizar los ahorros de energía final conseguidos gracias a actuaciones de eficiencia energética

“El sistema CAE convierte el ahorro energético en un valor económico tangible”, explica Luis de Velasco Pérez, responsable del Área de Ayudas del Ente Vasco de la Energía (EVE) y del Sistema CAE en Euskadi. “El propietario del ahorro puede venderlo a empresas energéticas obligadas a cumplir cuotas de eficiencia, obteniendo así una compensación económica adicional”.

En otras palabras, los CAE ponen precio al ahorro energético, de modo que una empresa o particular que invierte en eficiencia puede recuperar parte de su inversión mediante la venta de esos certificados. “Esto permite a Euskadi cumplir con los objetivos europeos de eficiencia energética y, al mismo tiempo, fomentar la inversión en tecnologías sostenibles”, subraya Velasco.

Luis de Velasco Pérez, responsable del Área de Ayudas del EVE y del Sistema CAE en Euskadi.

Una herramienta ágil y estratégica para las empresas Desde su puesta en marcha, los CAE se han consolidado como una palanca clave para acelerar proyectos de descarbonización. Frente a otras ayudas tradicionales, destacan por su agilidad y simplicidad administrativa, permitiendo que las empresas monetizen sus ahorros desde el primer momento. “El sistema reduce el CAPEX global y acorta los plazos de retorno”, detalla Velasco. “Por eso, los agentes industriales y residenciales coinciden en que los CAE se han convertido en una herramienta útil y eficaz que consigue monetizar los ahorros energéticos, financiar proyectos de eficiencia y convertir la sostenibilidad en una auténtica ventaja estratégica”.

“El propietario del ahorro puede venderlo a empresas energéticas obligadas a cumplir cuotas de eficiencia”

El impacto ya es visible: en 2024 se certificaron 38 actuaciones en Euskadi, con un ahorro energético total de 114.000 MWh. En 2025, el sistema continúa ganando tracción con casos como el de INMAREPRO S.L., que recibió 226.073 CAEs con validez hasta 2028, o GOIENER S. COOP., que también ha obtenido certificaciones por actuaciones de mejora energética.

Según los datos del EVE, el 47% de los certificados emitidos correspondieron al sector industrial, el 37% al residencial y el 16% al sector servicios. “Los proyectos industriales, especialmente los singulares —como la optimización de procesos o los sistemas de control energético—, son los que más ahorro generan y, por tanto, más CAEs reciben”, apunta Velasco.

El papel del EVE en el sistema CAE

El EVE actúa como Gestor Autonómico del sistema en Euskadi, una labor que implica analizar y validar técnicamente cada solicitud de emisión de CAEs. “Nos encargamos de verificar que los ahorros sean reales y verificables, coordinando con el MITECO para su inscripción en el Registro Nacional”, explica el responsable del área.

"Nos encargamos de verificar que los ahorros sean reales y verificables, coordinando con el MITECO para su inscripción en el Registro Nacional"

Velasco insiste en que una de las claves del éxito del sistema está en integrar los CAE en la fase inicial de los proyectos, para poder aprovechar al máximo los ahorros generados. “Contar con sistemas de monitorización y registros de datos energéticos desde el principio agiliza la certificación y multiplica los beneficios”, destaca.

Angulas Aguinaga, el ejemplo de que la eficiencia energética genera valor

Un ejemplo claro del potencial de los CAE lo ofrece Angulas Aguinaga, grupo líder en el sector alimentario que ha integrado la eficiencia energética en su Plan de Sostenibilidad 2022. Dentro del eje de Innovación en nuestras operaciones, la compañía ha ejecutado varias actuaciones industriales que han sido reconocidas con Certificados de Ahorro Energético.

“El sistema CAE es una recompensa a una estrategia de modernización y optimización energética que ya formaba parte de nuestra hoja de ruta”, explica Miguel Birigay, director de fábrica del grupo.

Los proyectos validados incluyen la instalación de aislamientos térmicos en las redes de vapor de las plantas de Irura (Gipuzkoa) y Villafría (Burgos), la sustitución de un compresor de aire comprimido por uno de velocidad variable en la fábrica de Santesteve Sesrovires (Barcelona) y la integración de los sistemas de frío industrial en Irura.

Con estas actuaciones, la empresa ha logrado ahorrar 2,5 GWh anuales, más de un 5% de su consumo energético total en las fábricas de España e Italia. “Nos enteramos del sistema CAE en 2024, cuando ya habíamos ejecutado los proyectos, pero pudimos beneficiarnos igualmente gracias a la retroactividad del programa”, señala Birigay.

El proceso de certificación, asegura, fue “relativamente cómodo”, apoyado en un colaborador de gestión energética y con el acompañamiento técnico del EVE y las verificaciones externas requeridas.

Los beneficios no se limitan al ahorro económico. “Estas medidas nos ayudan a reducir la huella de carbono, optimizar costes y reforzar nuestra competitividad”, concluye. Además, la monetización derivada de la venta de los CAE “permite reinvertir en nuevas actuaciones de eficiencia y consolidar nuestro compromiso con la sostenibilidad”.