La tasa de inflación de la zona euro se situó en enero en el 2,8% interanual, una décima por debajo de la subida del 2,9% de los precios al cierre de 2023, según ha confirmado la oficina comunitaria de estadística, Eurostat, mientras que en el conjunto de la UE la tasa se desaceleró al 3,1% desde el 3,4% del mes anterior.

En el primer mes de 2024, la caída interanual de los precios de la energía se moderó al 6,1% desde la bajada del 6,7% en diciembre, mientras que los alimentos se encarecieron un 6,9%, una décima más que el mes anterior.

De su lado, el aumento anual del coste de los servicios se mantuvo en el 4%, mientras que la subida del precio de los bienes industriales no energéticos se atenuó al 2%, medio punto porcentual menos que en diciembre.

De este modo, la tasa de inflación de la zona euro al descontar el impacto de la energía fue del 3,8%, frente al 4% de diciembre de 2023, mientras que al excluir también los alimentos, el alcohol y el tabaco, la tasa subyacente bajó al 3,3% desde el 3,4%, su menor nivel desde marzo de 2022.

Entre los Veintisiete, las mayores tasas de inflación en enero se observaron en Rumanía (7,3%), Estonia (5%) y Croacia (4,8%), mientras que las menores subidas de precios correspondieron a Dinamarca e Italia (ambos 0,9%), por delante de Letonia, Lituania y Finlandia (1,1% cada uno).

En el caso del Estado español, la tasa de inflación armonizada se situó en enero en el 3,5%, ampliando a siete décimas el diferencial de precios desfavorable para el país respecto de la media de la eurozona.