Confebask cree que "lo peor de la crisis ha quedado atrás" y prevé para 2022 un crecimiento de la economía vasca del 5,9% y la posibilidad de un "máximo histórico de empleo", con una estimación de 25.000 nuevos puestos de trabajo, lo que reduciría la tasa de paro al entorno del 8%.

Estas estimaciones han sido realizadas en el transcurso de una rueda de prensa ofrecida en Bilbao por el presidente de Confebask, Eduardo Zubiaurre, su director general, Eduardo Aretxaga, y su responsable de economía Pablo Martín, que han dado a conocer el informe de Coyuntura económica elaborado por la patronal vasca.

En su comparecencia, Eduardo Zubiaurre ha señalado que la economía vasca cerrará 2021 con un crecimiento del 5,7%, superior al de las economías española y europea, pero "en la banda baja de lo previsto hace un año".

La previsión para 2022 mejora y estima un crecimiento del 5,9%, "suficiente ya para recuperar el nivel de PIB prepandemia. No obstante, Eduardo Zubiaurre ha advertido de una elevada incertidumbre y de la existencia de "factores de riesgo" como la pandemia, los costes energéticos y empresariales, la inflación o el desabastecimiento mundial, que podrían afectar en uno u otro sentido a esa previsión, de tal manera que el crecimiento de la economía vasca podría moverse finalmente en una horquilla entre el 4% y el 7%.Ç

2022: AÑO RÉCORD PARA EL EMPLEO

En materia de empleo, la patronal vasca prevé que 2022 sea un año positivo y que la tasa de paro baje en Euskadi hasta el 8%, un nivel inferior al que había antes de la pandemia, y se estima que habrá unas 25.000 nuevas afiliaciones a la Seguridad Social. De cumplirse esta previsión, se estaría ante un nuevo máximo histórico del empleo en Euskadi con más de un millón de cotizantes.

Zubiaurre, que ha destacado que las empresas vascas anticipan un mantenimiento de la recuperación el próximo año", ha afirmado, por tanto que "2022 será un nuevo año de crecimiento, aunque no exento de incertidumbres y con importantes retos y desafíos por delante".

En este sentido, ha indicado que la apelación a un diálogo social "sereno y equilibrado" cobra "hoy mayor protagonismo que nunca" y ha defendido buscar en la negociación en la empresa pactos, "basados en el equilibrio entre quienes ven cómo la cesta de la compra se encarece mes a mes, y quienes, además de sufrir esa carestía en primera persona, también buscan asegurar el futuro de la empresa".