- Los más de 5.000 operarios de la planta de Mercedes Benz en Gasteiz finalizaron ayer su jornada laboral y no volverán a la planta de la calle Las Arenas hasta, por lo menos, el próximo día 28 de junio. Tienen por delante cinco días, del lunes 21 al viernes 25, donde se ha cancelado la producción por los problemas de abastecimiento y suministro de semiconductores con los que ensamblar los vehículos.

Esa fecha de retorno, señalada por la propia dirección de la factoría, tampoco es definitiva y ya existen dudas e incertidumbre respecto a que se puedan volver a poner en marcha las maquinarias de las líneas. "Ni la propia dirección sabe cuánto tiempo pueden tardar en abastecerse de piezas", explicó el presidente del comité de empresa, Igor Guevara (ELA) junto al resto de integrantes de este órgano, CCOO, UGT, LAB, ESK, en una esperada comparecencia ayer por la mañana.

Todo lo que rodea a estos pequeños elementos como los semiconductores ha puesto en jaque no solo al sector de la automoción, sino a otras actividades como la telefonía móvil, consolas de juegos o informática. "Existen especuladores dedicados a ganar dinero con la venta de esos componentes", indicó Guevara en referencia a la especial situación que existe en el inestable mercado actual de estos materiales.

Este nuevo parón de cinco jornadas y, a la espera de que se confirme el jueves si se alarga o no, supone llevar al límite el capítulo de flexibilidad del que dispone la plantilla. Una vez que se descuenten los días del lunes al viernes la bolsa de flexibilidad de los operarios se va a quedar con solo 8 días más, para hacer frente a posibles eventualidades en el calendario. Esta circunstancia no parece hacer aflorar en el horizonte cercano la figura de un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) en la factoría de la estrella. Sí se están empezando a detectar "problemas en la calendarios de flexibilidad" en las empresas ubicadas en el parque de proveedores, mientras en otras se ha iniciado la senda legal que propician los ERTE.

En ese sentido, los representantes sindicales de la plantilla quisieron tranquilizar a los trabajadores eventuales y estudiantes en prácticas que se han incorporado recientemente o lo van a hacer en breve, porque esta cuestión de la suspensión de actividad "no va a tener incidencia sobre ellos", ahondaron los sindicalistas durante su comparecencia de ayer. Lo que se mantiene inalterable, a pesar de suspender la producción, es el programa de producción para este año fijado en las 148.600 unidades. Las cinco jornadas en las que la maquinaria estará detenida la semana que viene, dejarán de ensamblarse 3.500 vehículos. Esto lleva a pensar a los representantes que cuando se pueda normalizar la situación "la empresa va a querer volver a toda máquina", explicó gráficamente Igor Guevara. En este sentido, las jornadas de esta semana se pudiera recuperar activando sábados durante el mes de julio y lo que está descartado es que se pueda recurrir a la novena hora de producción.

Por otro lado, la falta de piezas en las últimas semanas ha llevado a amontonar más de 5.000 vehículos pendientes de alguna pieza para darse por finalizados.

Las campas que rodean a la factoría tienen más de 5.000 vehículos a la espera de recibir alguna pieza para terminar su montaje final