bilbao - El director de la Fundación Telefónica, José María Sanz-Magallón, estuvo ayer en Bilbao para firmar un convenio de colaboración con Novia Salcedo para impulsar el empleo juvenil.

¿Son la digitalización y las nuevas tecnologías las puertas al empleo para los jóvenes?

-Sí, van a ser una parte principal del nuevo empleo. Las cifras de paro juvenil son un drama, con más de 500.000 jóvenes en paro en España. Es paradójico que, a la vez, hay una demanda insatisfecha de entre 100.000 y 300.000 puestos de trabajo que se quedan sin cubrir por falta de cualificación. Hay gente buscado activamente trabajo a la que le faltan capacidades digitales. Ahí es donde estamos trabajando, en capacitar a los jóvenes en esas competencias digitales necesarias en el siglo XXI.

¿A qué puestos de trabajo se refiere?

-Es un empleo cambiante. En este momento en Euskadi hay una demanda importante de desarrolladores web, desarrolladores java o profesionales de big data, pero lo importante es que la demanda va cambiando a lo largo del tiempo. El 70% de los jóvenes que ahora van al colegio van a trabajar en empleos que aun no existen. Además de formación específica, hay que preparar la mente y la manera de aprender para que se vayan adaptando a lo largo de toda la vida. En la fundación vamos definiendo la formación según el tipo de empleo de cada zona. Los cursos en Bilbao son distintos de los de Valencia.

¿Qué ofertas hay en Euskadi?

-Sobre todo las relacionadas con la industria. Con empleo digital no hablamos solo de startups o de cosas muy tecnológicas, sino de cómo toda la industria se tiene que digitalizar. Cada vez va a ser más importante el valor añadido que va a tener la parte digital en la industria. Todo lo que sea aportar esas competencias digitales a las ramas tradicionales es importantísimo. La industria del automóvil, por ejemplo, se está redefiniendo. Entran nuevos jugadores como Google o Uber y la empresa tradicional tiene que incorporar ese know how para poder competir en un mundo digital que le es ajeno.

Entonces, ¿tiene futuro la industria tradicional?

-Claro que tiene futuro. La gente tendrá que seguir usando coches o neveras, aunque lo haga de otra manera. Pero sí es verdad que el valor añadido cada vez va a estar más en la parte digital y menos en la de hardware. Esa es la clave, el sector industrial se tiene que digitalizar. Y la digitalización no es un reto de futuro, está pasando ya. Todas las empresas necesitan que entre un 20 y un 30% de su plantilla sea digital. Hay un riesgo de sustitución de unos puestos de trabajo por otros por la robotización y la automatización, pero hay estudios que dicen que se pueden generar siete nuevos empleos por cada uno que se destruye.

¿Hay que retocar el sistema educativo?

-Sin duda. Hay una falta de profesionales y de vocación tecnológica y científica, eso está claro, y luego hay que mejorar la imbricación entre la formación y la empresa. En Euskadi sí tenéis un modelo que está funcionando muy bien como es la FP dual, porque al final la formación más útil es la que se recibe en el puesto de trabajo.

¿Qué perfil busca la Fundación Telefónica?

-Buscamos masividad, por lo que nos basta con jóvenes que hayan acabado la secundaria. La vocación no es crear puestos muy especializados sino que haya miles de personas que se puedan beneficiar. En España pasan al año por nuestros programas 50.000 jóvenes entre los cursos online y los presenciales. En Euskadi hay ocho programas presenciales con 200 jóvenes. Buscamos que cualquier joven a través de un curso de seis meses pueda reciclarse y trabajar en el desarrollo de aplicaciones móviles, por ejemplo. El 67% de los jóvenes de nuestros programas presenciales acaban trabajando. Con este convenio con Novia Salcedo pretendemos precisamente servir de altavoz y concienciar a la sociedad de que la empleabilidad de los jóvenes es un asunto primordial.