BRUSELAS. En la reunión participarán el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Caude Trichet, el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, pero también un representante del consejo del Tesoro de Italia, explicó el portavoz de Van Rompuy, Dirk De Backer y otra fuente comunitaria.

El portavoz insistió en que "no se trata de una reunión de emergencia" ni tampoco tiene "nada que ver" con la situación de Italia, expuesta en la última semana a presiones de los mercados.

Van Rompuy y Barroso se reúnen todos los lunes, recordaron otras fuentes, y en esta ocasión la invitación ha sido "extendida a otros actores", como se ha hecho en ocasiones anteriores.

El hecho de que esté presente un miembro del Tesoro italiano es meramente una "coincidencia", enfatizaron.

Italia se encuentra en el punto de mira de las agencias de calificación de riesgos Standard & Poor's y Moody's, que han advertido al Gobierno de Silvio Berlusconi de una posible rebaja en su nota crediticia ante la debilidad del crecimiento de la economía y el alto nivel de endeudamiento, por encima del 120 % del PIB.

En la última sesión de cotización, los temores de los inversores ante unos posibles malos resultados de la banca italiana en las nuevas pruebas de solvencia europeas y la incertidumbre por la polémica que rodea al ministro de Economía de Italia, Giulio Tremonti, motivaron el desplome de la Bolsa de Milán y la prima de riesgo de la deuda pública italiana volvió a marcar récords.

La reunión de la plana mayor de la Comisión Europea, el Consejo, el BCE y del Eurogrupo se celebrará antes de que se reúnan a las 13.00 GMT los ministros de Finanzas de la Eurozona para seguir trabajando en el segundo plan de rescate a Grecia, y servirá de "coordinación y de preparación del Eurogrupo", recalcó el portavoz.

Por ende, uno se puede "imaginar" que el rescate a Grecia será abordado, afirmaron las fuentes consultadas.

El segundo plan de rescate de Grecia se encuentra encallado y prácticaente en el punto de partida ante la falta de avances, consenso y claridad sobre la participación del sector privado.

Una serie de reuniones entre representantes de la UE, el BCE, el Gobierno griego y las principales entidades financieras tenedoras de deuda griega no han producido aún resultados tangibles, al tiempo que queda cada vez más claro que hay dudas y posiciones divergentes sobre el modelo a seguir para implicar a la banca.

A eso se sumó la advertencia de Standard & Poor's de que considerará un "impago selectivo" de la deuda de Grecia si sale adelante el modelo francés, que prevé que la banca reinvierta el 70 % de los títulos que venzan en los próximos tres años: el 50 % serviría para adquirir nuevas obligaciones a 30 años y el 20 % restante alimentaría un fondo de inversión en activos de gran calidad, dedicado a avalar los nuevos préstamos griegos.

El martes en la reunión del Ecofin, los ministros de Finanzas de la UE acordarán además la respuesta de los gobiernos a los resultados de las pruebas de solvencia de la banca que se publicarán el 15 de julio y las medidas de "cortafuego" que aplicarán.