Los problemas de manos de Jon Mariezkurrena cercenaron su buen Campeonato de Parejas en la fase de semifinales y le obligaron a estar dos meses de baja. El de Berriozar reapareció el 3 de mayo en Legazpi, pero diez días más tarde se anunció desde Baiko Pilota que sufría “una rotura muscular en el tercio superior del músculo recto anterior en el cuádriceps de la pierna derecha”. Desde el encuentro del Urbeltz, en el que cayó junto a Peña II ante Jaka-Imaz (22-14) sigue en barbecho. En total, otro mes fuera de las programaciones.
Pues bien, después de otras dos semanas fuera de foco, el pegador navarro vuelve a vestirse de blanco este domingo en Bilbao, en el telonero de la final del Manomanista, a partir de las 17.00 horas. Mariezkurrena II regresa junto a Jon Ander Peña ante Joseba Ezkurdia y Julen Martija, campeones del Parejas de 2020.
La vuelta tras mucho trabajo
“Me la fastidié mucho más de lo que creía entonces”, diseccionó Mariezkurrena antes del 3 de mayo. De baja desde el 10 de marzo. Agur al Parejas. Agur al Manomanista, campeonato que le hacía una “gran” ilusión disputar. En la rehabilitación: mucho curro oscuro, en la soledad del barbecho; muchos días colgado del salpicadero del coche. El cuentakilómetros: de masajista en masajista, de Jean Aguerre a Pedro García, de Maule a Logroño. Horas de experimentar con las protecciones, de tender puentes, fabricar agujeros y probar.
Una época dura
“Ha sido duro. En la semifinal me fastidié la derecha más de lo que pensaba. Me ha costado acertar con los tacos. Además, he tenido que ir a muchos masajistas. He conseguido darle la vuelta. Espero ponerme poco a poco”, explicó entonces Jon, cuya progresión se estancó por la rotura de fibras.
El Torneo Bizkaia en el horizonte
Así las cosas, Jon tiene su objetivo en los deliciosos meses veraniegos. En 2022 y 2023 fue el zaguero más determinante de la populosas fechas estivales. Nuevas metas tras el guantazo anímico del Parejas. “No queda otra que seguir hacia delante y darle la vuelta a la situación, porque somos profesionales. Llevo seis años aquí y he vivido situaciones parecidas en otras ocasiones. En el momento es algo que fastidia mucho, pero toca pasar página. Lo bueno es que puedo entrenar con normalidad. Espero que me lleguen partidos lo antes posible para pasar cuanto antes el mal trago”, dice.
¿El destino? Lo tiene claro: “Espero coger juego y dar el máximo nivel en los torneos de verano para ganar muchos. Quiero llegar a septiembre a tope”. El Torneo Bizkaia está en el horizonte. Juega con Unai Laso.