El Badaiotz ya vela armas en Copenhague de cara a su participación en el Mundial de sokatira. El conjunto provincial llegó este pasado domingo a la capital danesa y partirá este martes hacia la ciudad sueca de Helsingborg, en la que luchará con los mejores equipos del mundo de este deporte desde el jueves 8 de febrero hasta el domingo 11.
La escuadra alavesa, que este miércoles realizará ya el pesaje oficial en su hotel de concentración, acude a la cita de Suecia con dos equipos, uno femenino que participará en los pesos de 500 y 540 kilos, y uno mixto, formado por cuatro hombres y otras tantas mujeres, que tomará parte en el peso de 580 kilos.
En total, serán 13 los tiradores presentes del Club Badaiotz –nueve mujeres y cuatro hombres– en este Campeonato del Mundo de Suecia, la mayoría de ellos alaveses. El bloque del conjunto provincial estará formado en esta ocasión por seis tiradores de la casa, y los restantes son guipuzcoanos y vizcaínos.
Badaiotz, equipo alavés de sokatira y otras modalidades de Deporte Rural Vasco, constituido en 1981 como masculino y que en 1991 forma equipo femenino, es un histórico de la sokatira con un notable palmarés a sus espaldas en esta disciplina. Buena prueba de ello son los ocho títulos mundiales que atesora.
En 2020, los dos últimos oros
Sin embargo, desde 2020, cuando consiguió en Irlanda sus dos últimos oros, el Badaiotz no ha vuelto a subir a lo más alto del podio. El equipo provincial lleva ya un par de temporadas inmerso en un proceso de renovación de su plantilla y esa falta de experiencia le ha pesado a la hora de pelear por el título durante estos últimos años.
“El objetivo es hacerlo lo mejor posible y quedarnos a gusto con el trabajo que hemos hecho”
Por ello, el Badaiotz no se marca de inicio metas tan ambiciosas como conquistar alguna medalla en este Mundial de Helsingborg.
“El objetivo es hacerlo lo mejor posible y quedarnos a gusto con el trabajo que hemos hecho”, apunta Leire Olavarrieta.
La tiradora gasteiztarra, que este curso cumple su tercera temporada en el Badaiotz, tampoco quiere renunciar a cotas ambiciosas y por eso, cuando se le cuestiona sobre las opciones de volver al podio reconoce que “no estamos pensando en ello”, pero tampoco lo descartan de antemano. “Nunca se sabe y si surge lucharemos para conseguirlo. Intentamos competir siempre por lo máximo”.
Es un equipo con hambre. Ni esa falta de experiencia les impide pelear por todo ante rivales mucho más curtidos, como desvela Olavarrieta. La deportista gasteiztarra, una de las más jóvenes del equipo con 22 años, reconoce que el cambio generacional les puede pasar factura en algunas cosas, pero esa ilusión también les da un plus en otros momentos.
“Hace dos años se produjo un cambio generacional muy importante en el grupo. Ahí están las veteranas enseñándonos y vamos poco a poco. Esto es un aprendizaje continuo”
“Hace dos años se produjo un cambio generacional muy importante en el grupo. Ahí están las veteranas enseñándonos y vamos poco a poco. Esto es un aprendizaje continuo”, comenta.
Renovación en el equipo
En el Badaiotz conviven este curso jóvenes deportistas que acaban de cumplir los 20 años o los superan por poco con otros que atesoran una dilatada carrera y que ya sobrepasan la cuarentena.
La renovación de la plantilla anteriormente citada ha obligado al Badaiotz a intensificar en estos últimos tres meses los entrenamientos para que los nuevos fichajes se familiaricen cuanto antes al estilo del club alavés. Han sido muchas horas de trabajo para adquirir la técnica adecuada y la sincronización con el grupo, algo clave en este deporte.
"Estamos justas con la báscula y ha tocado hacer algún que otro sacrificio muy grande, como cuidarse con la comida, salir a correr o hacer físico para estar en el peso y poder competir”
Todo hace indicar que el trabajo iniciado en octubre ha dado sus frutos. El Badaiotz es un bloque bien acoplado y que afronta este Campeonato del Mundo en un buen estado de forma. “Físicamente estamos bien. Siempre nos toca cuidarnos el peso para entrar en las categorías. Estamos justas con la báscula y ha tocado hacer algún que otro sacrificio muy grande, como cuidarse con la comida, salir a correr o hacer físico para estar en el peso y poder competir”.
Ahora llega la hora de la verdad y habrá que esperar para comprobar que a sus 13 tiradores no les pesa la responsabilidad y la presión de representar a un club histórico y tan laureado en su pasado reciente como el Badaiotz.
De momento, Leire Olavarrieta indica que el equipo está tranquilo y que acude a esta cita “sin presión”. “Vamos a disfrutar. Vamos sin presión, siendo conscientes de que lo importante este año es aprender y tratar de corregir los fallos que pudiéramos tener para no volver a hacerlos”.
“Vamos a disfrutar. Vamos sin presión, siendo conscientes de que lo importante este año es aprender y tratar de corregir los fallos que pudiéramos tener para no volver a hacerlos”
Paso a paso. Un trabajo continuo y que requiere “paciencia”, como comenta la propia Olavarrieta. De momento hay confianza en el bloque . La unión que existe entre todos los integrantes del Badaiotz, un equipo bien avenido, puede ser clave para regresar en un futuro cercano al camino del éxito.
Por ahora, su punto débil puede ser esa falta de experiencia. Al menos, a ilusión no les gana nadie.
Ya irán madurando con el tiempo. En este 2024 acuden al Mundial a dar un nuevo paso en su aprendizaje y tratar de pelear con las principales potencias mundiales de la sokatira.
Olavarrieta vislumbra opciones de medalla para algunos equipos vascos presentes en Suecia como Abadiño, Ibarra o Berriozar, mientras que por selecciones la principal favorita es Taiwan. Ahí no coloca aún a Badaiotz. Es pronto. Su tiempo volverá. Ya ha iniciado su camino de vuelta hacia el éxito.
