Lleva dos años y medio formando parte del Badaiotz y pese a ser una de las más jóvenes del equipo a sus 22 años, ya es consciente de que su deporte no recibe el apoyo de otras modalidades y clama por un trato más justo.

¿Se plantearía Badaiotz como club afrontar en un futuro la organización de un Mundial en Vitoria? 

–Eso son palabras mayores. Son muchas cosas. Habría que organizarlo muy bien y está complicado ya que es algo que conlleva mucho trabajo. Además, hace falta mucho presupuesto, por lo que hay que poner mucho dinero de por medio. Necesitaríamos muchas ayudas y en estos momentos no las tenemos, por lo que es muy complicado. 

¿Se le nota resignada? 

–Es cierto que produce un poco de pena. Por ejemplo, en China es un deporte muy reconocido y le dan muchas ayudas y eso aquí no pasa. Necesitaría una mayor visibilidad. Ahí estamos poco a poco tratando de darle mayor repercusión a un deporte que es muy técnico y físicamente muy duro. La gente se piensa que es un deporte muy fácil, pero no es así.

El equipo femenino del Badaiotz, durante una competición DNA

¿Cómo ve la salud de la sokatira en Euskadi en general y en Álava en particular? 

–En Álava en este deporte tan solo se encuentra nuestro club y es un deporte que está muy poco visibilizado. En Navarra lo está mucho más que aquí. Allí por ejemplo hay muchos más equipos y la repercusión es mucho mayor de la que tenemos aquí.

¿Qué cree que haría falta para pegarle ese empujón y que se animase más gente a practicar este deporte? 

–Impartirlo en las ikastolas o en los institutos. Invitar a los más pequeños a que conozcan este deporte y puedan practicarlo ya desde esas categorías inferiores sin tener que esperar a cuando ya sean adultos. Recibir más ayudas de las instituciones y que se nos dé voz en los medios de comunicación.

Los integrantes del equipo de Badaiotz, que va a participar en el Mundial, posan junto a la Sirenita en Copenhague antes de poner rumbo a Suecia DNA

¿Sienten que no reciben el trato mediático que merecen? 

–Nos gustaría que, al igual que se les da voz al Baskonia y al Alavés, pues a nosotros también. Después de haber ganado 8 Mundiales, dos recientemente, y que no se nos reconozca y no se nos dé visibilidad, da un poco de pena.

¿Hay un trabajo de cantera por detrás o en unos años existe el riesgo de que ya no exista ni el Badaiotz en Álava? 

–La hay. Aquí hay futuro. En Badaiotz estamos gente muy joven que hemos entrado hace muy poquito y tiene pinta de que el futuro es esperanzador. Eso está claro.