Berlín ofrecía 11 grados de temperatura, el cielo cubierto y apenas soplaba el viento, una condiciones idílicas para correr, similares a las vividas en el mismo maratón pero en la edición de 2018, cuando Eliud Kipchoge inscribió su nombre en los altares del atletismo con una victoria que estableció un nuevo récord mundial de la distancia: 2h01:39 que dejó obsoleta la anterior plusmarca, obra de Dennis Kimetto en 2014 (2h02:57). Cuatro años después de la gesta y próximo a los 38 años, Kipchoge, que antes de tomar la salida advirtió: “Me siento muy bien”, reescribió la historia con un nuevo registro que rebajó en medio minuto su récord: 2h01:09.

El keniano, que ha logrado imponerse en 15 de los 17 maratones oficiales que ha disputado, imprimió un ritmo feroz, con 200 pasos por minuto y unos tiempos parciales considerablemente inferiores a los registrados cuatro años atrás en este mismo lugar: 14:14 a los 5 kilómetros (10 segundos por debajo del récord), 28:23 a los 10 kilómetros (38 segundos por debajo), 42:33 a los 15 kilómetros (1 minuto y 5 segundos por debajo), 56:45 a los 20 kilómetros (1 minuto y 11 segundos por debajo) y al alcanzar el medio maratón el reloj registró 59:51, un minuto y 15 segundos más rápido que en 2018, lo que, salvo desfallecimiento, apuntaba a una nueva plusmarca mundial.

Si bien, la diferencia se fue estrechando en la segunda mitad de la carrera, lo que no impidió a Kipchoge, de 1,67 de estatura y 52 kilos, rebajar en medio minuto su registro con cuatro años de antigüedad. La velocidad fue tremenda. El segundo, el etíope Mark Korir, cruzó la meta casi cinco minutos más tarde (02h05:58). El podio lo cerró el keniano Tadu Abate (2h06:28). “Ya os lo dije, que llegaba con buenas sensaciones”, ratificó el ganador. “El planteamiento fue correr mi propia carrera, sin preocuparme por los demás. Tenía los parciales muy claros en mi cabeza y fui concentrado en lo mío en todo momento”, desgranó.

Se trata de la cuarta conquista de Kipchoge en la prueba berlinesa (2013, 2017, 2018 y 2022), lo que le igualó con Haile Gebrselassie (entre 2006 y 2009), y la décima de un World Marathon Major. En el horizonte de Kipchoge aparece el reto de ganar en Nueva York y Boston para aglutinar los seis majors y alcanzar el tercer oro olímpico en la cita de París en 2024, lo que nadie ha logrado. Asimismo, está el desafío de la barrera de las dos horas, lo que según Kipchoge es casi imposible de lograr en un major.

No obstante, para este keniano que humaniza lo improbable, no hay fronteras. “Yo no creo en los límites. No sé dónde están. Como digo siempre, ningún humano tiene límites y hoy lo he demostrado una vez más”, declaró.

En el maratón femenino venció la etíope Tigist Assefa, que con 2h15:37 estableció la tercera mejor marca de la historia; solo Brigid Kosgei (2h14:04) y Paula Radcliffe (2h15:27) fueron más rápidas.