Después de cuatro días en Katmandú, formalizando los asuntos legales para la ascensión al Manaslu (8.163 metros) y finalizando los detalles logísticos, la expedición encabezada por Alex Txikon se ha desplazado a Samagaun, el último enclave con civilización, antes de poner rumbo al Campo Base, al que esperan llegar en las próximas horas.
El equipo liderado por el alpinista de Lemoa desea comenzar con los trabajos de la ascensión lo antes posible. Por ello, en las dos últimas noches el grupo que buscará hollar la cumbre de la octava montaña más alta del planeta ha aprovechado para vivaquear a 4.300 metros de altura, a fin de iniciar el proceso de aclimatación.
“Empezamos a sentir ese cosquilleo tan característico. Estamos muy ilusionados y con muchas ganas. La gente de aquí nos está animando muchísimo. Les estamos muy agradecidos por todo lo que nos ayudan y ofrecen. Hoy empezaremos a subir algunos del grupo y otros seguirán aclimatándose en Samagaun. No es fácil llegar y empezar a ascender rápido. Algunas personas, como es normal, necesitan más tiempo de aclimatación”, ha comentado el vizcaino.
Según ha explicado Txikon, la decisión de aproximarse en helicóptero desde Katmandú hasta Samagaun se debe a dos razones. Por un lado, el grupo está tratando de evitar en la mayor medida posible la interacción con las personas locales, a fin de evitar una posible propagación del coronavirus. “No podemos arriesgarnos a contagiarles”, ha argumentado, aunque ha matizado que el equipo se ha hecho “varias pruebas PCR a lo largo de nuestra estancia en Katmandú”, lo cual no les priva de haber contraído el virus. “No están preparados para brotes y no podemos exponerles a ellos”, añade.
Por otra parte, el movimiento aéreo también ha propiciado que, en el viaje de regreso del aparato volador desde Samagaun hasta Katmandú, se ha aprovechado para trasladar a ancianos y niños con el fin de evitar la exposición a la dureza del invierno nepalí.
Txikon también ha relatado que durante estos días previos se ha aprovechado para visitar diferentes organizaciones benéficas. El lemoarra ha estado en la Fundación SOS Himalaya: Fundación Iñaki Ochoa de Olza, que trabaja en proyectos de cooperación inacabados por el difunto alpinista navarro, y a la que han aportado varios ordenadores portátiles nuevos. También ha colaborado con la Fundación Udana Nepal, cuyo objetivo es prevenir situaciones de injusticia y desigualdad entre las mujeres y los colectivos más vulnerables de la zona. Asimismo, ha conocido la labor de la Fundación Hugging Nepal, responsable de alimentar con una comida diaria a personas sin recursos. “Ver todo esto es muy duro y su trabajo es tremendamente necesario”, ha descrito Txikon, que pone rumbo hacia su nuevo reto: pisar la cima del Manaslu.