- El objetivo de hacer cumbre en invierno en el Manaslu se ha acabado definitivamente para Alex Txikon. El alpinista de Lemoa, después de más de una semana aguardando en el campo base a la espera de una mejoría meteorológica que no ha llegado, dio por terminada ayer su expedición en la cordillera del Himalaya. Coincidiendo con el último día de permiso en la zona, Txikon y su equipo abandonaron el ochomil y pasaron la noche en Samagaun.
En los últimos días, Txikon, Gelum, Cheppal y Namja subieron hasta el campo 2 a recoger los depósitos que habían dejado allí. Según explicó el vizcaino “ha sido imposible llegar al campo 3 a recoger el depósito, había nieve hasta la cintura y mucho viento... Está bien señalizado con bambús así que en octubre quien llegue a ese punto se encontrará una tienda, esterillas, algo de comida y gas”. Txikon ha protagonizado dos asaltos fallidos al Manaslu en febrero (en el último alcanzó los 7.050 metros de los 8.163 de la octava montaña más alta del planeta).
Llega así a su fin una aventura que Txikon puso en marcha el 31 de diciembre junto a un equipo de gente de confianza y el alpinista italiano Simone Moro y el zumarragarra Iñaki Álvarez. “Lo hemos tenido muy cerca pero al final no ha podido ser. Los partes meteorológicos no dan una mejoría hasta dentro de por lo menos 10 días y luego no sabemos cómo avanzará. De modo que es muy arriesgado ampliar el permiso”, aseguró el de Lemoa.
El pasado miércoles, Simone Moro, el otro líder del grupo junto a Txikon, decidió abandonar el Manaslu. El italiano El italiano ya renunció al segundo y último ataque a la cima llevado a cabo por el equipo. Moro decidió permanecer en el campo base, adonde tuvo que descender tras prestar sus crampones a Iñaki Álvarez, que perdió uno de los suyos. Simone barajó solicitar una extensión del permiso, pero lo desechó. “Lo pensé, pero reflexioné sobre las señales que el destino y los trágicos acontecimientos de este 2021 me enviaron. Además siempre hice mis invernales entre el 21 de diciembre y el 28 de febrero”, explicó, diciendo adiós al tercer intento de coronar el Manaslu en la estación más complicada, tras los de 2015 y 2019. “Mis límites y habilidades son inferiores a los de la montaña que he conocido en estos tres inviernos. La aceptación de esto me ha permitido sobrevivir a mis sueños y que prevalezca mi cabeza al corazón”, expresó.