Los pronósticos se hicieron buenos y el Inter de Milan dejó anoche en la cuneta a un inofensivo Shakhtar Donetzsk sellando así su billete para la final, en la que ya espera el Sevilla de Julen Lopetegui. Lautaro abrió la lata en el 19 convirtiendo de cabeza en una perfecta ejecución, pero el Inter se apagó dejando a su rival para demostrar su falta de pulso y puntería. Cuando éste estaba entregado, los italianos apretaron y entre el argentino y un entonadísimo Lukaku abrieron la herida, cada uno de ellos con dos goles y un recital de muy buenos movimientos para romper la defensa del Shakhtar. Los sevillistas deberán tomar buena nota para no verse también arrollados.