año 2020 y año dos en lo que a este tipo de reportajes se refiere. Parece que fue ayer cuando comenzamos este camino de descubrir mediante estas líneas carreras, sobre todo de montaña, desde el punto de vista de un corredor popular, desde el mío. Haciendo hincapié sobre todo en la zona trasera de este tipo de pruebas, que es donde yo me muevo. Las piernas dan lo que dan, pero no me importa. Me encanta esta zona y sobre todo las historias que me he encontrado ahí: desde gente que corre por primera vez, pasando por retos personales, a incluso tener la suerte de poder ayudar en algún caso a cruzar la línea de meta a algún participante que si no igual se hubiera terminado retirando. Lo que se dice un poco de todo.
Pues bien, este segundo año lo comenzamos en Sodupe, localidad vizcaína a escasos diez minutos de Bilbao, donde voy a tomar parte en la tercera edición de su bien denominada Negu Lasterketa, debido a las fechas en las que nos encontramos. En principio, y digo solo en principio, el mayor atractivo de esta prueba de 18 kilómetros y 1.000 metros de desnivel positivo es hacer cima en un monte imprescindible para los montañeros de la zona, el Eretza. Luego descubriremos que el recorrido nos depara más sorpresas además de esta preciosa y hermosa cima.
A las 10.30 horas estamos citados en la línea de salida para comenzar a disputar la primera carrera del recién estrenado año, pero previamente disfrutaremos del ambiente que se genere en el polideportivo, desde donde se sale, durante la retirada del dorsal. Los más madrugadores incluso igual pueden coincidir con la salida de la marcha de montaña que comparte el mismo recorrido, pero cuya salida es a las 9.00 horas. La nuestra, hora y media después, tiene un primer tramo de algo más de un kilómetro por las calles de Sodupe, que en el caso de no haber calentado lo suficiente nos servirá para poner a tono las piernas cara a lo que tenemos por delante.
Justo antes de abandonar Sodupe, por el barrio de Iorgi, un brusco giro de 90 grados, nos dirige ya, después de 300 metros de asfalto, a terreno de montaña por una pista muy cómoda a izquierda y derecha del río Grazal. Será alrededor de kilómetro y medio de terreno en ascenso pero fácil. Al terminar este tramo y coincidiendo con un cambio de lado del río, pasando por medio del mismo, cambiamos el terreno de pista a sendero con un ascenso más pronunciado. Aquí los más fuertes podrán seguir trotando, mientras que el resto, más lentos, bien por no tener tanta fuerza bien por ser más estrecho o bien por no poder adelantar, trataremos de recuperar algo de fuerzas mientras caminamos.
Otro kilómetro y medio más adelante y después de otro cambio de lado del río, este por medio de un puente, terminaremos este primer tramo de subida, acumulando ya 250 metros positivos, es decir una cuarta parte de los que tiene la carrera. Por delante 500 metros nuevamente de pista en ligera bajada para poder soltar las piernas. Estamos ya en el kilómetro cinco, donde tomamos un desvío a la derecha de la pista principal, para acometer un sendero el cual nos conducirá por el siguiente tramo de ascenso. Este durará algo más de un kilómetro por una zona que, además de disfrutar en el caso de tener día claro de unas espectaculares vistas de la cima del Eretza, también disfrutaremos, como llueva un poco estos días, de un buen barrizal debido al terreno más descompuesto. Finalizado este tramo y hasta el primer avituallamiento será un terreno cómodo en ligera bajada por una pista muy ancha.
Tras reponer fuerzas y subir durante kilómetro y medio por pista de esa que deja correr, pero con la que hay que tener cuidado para no pasarse de ritmo, dejaremos este terreno por un buen tiempo para entrar en otro más montañoso si cabe aún. Será un sendero de hierba, con un piso muy estable, pero con una subida con bastante más pendiente. Cuando la terminemos y miremos hacia abajo, tendremos delante nuestro el refugio del Eretza. Pero para llegar a este punto donde se encuentra el segundo avituallamiento tendremos que atravesar la zona más complicada, a mi gusto, de la prueba. Se trata de un tramo de piedras en subida y en bajada, sin ninguna trazada clara, donde habrá que ir con cuidado para no tener ningún susto.
kilómetro 11 y final Una vez terminado, con el kilómetro 11 a la vista, y tras cargar energía en el refugio, lo que nos queda por delante son palabras mayores. Tenemos por delante la subida más dura y costosa de toda la carrera, es la última pala antes de hacer cima en el Eretza. Solo será algo más de un kilómetro, pero con un desnivel medio de ascenso del 20%, con tramos del 40%. Eso sí una vez arriba disfrutaremos de la recompensa de, espero que el tiempo lo permita, las maravillosas vistas de la costa vizcaína con el Serantes al fondo. Nos quedan unos seis a meta. Un escarpado pero muy bonito sendero entre árboles nos conducirá rápidamente hacia abajo. En menos de dos kilómetros bajaremos más de 400 metros hasta llegar a la pista donde nos encontraremos el tercer y último avituallamiento aparte del de meta. Esta pista por la cual transitaremos durante aproximadamente algo más de tres kilómetros, siempre en descenso, nos dejará de nuevo en el asfalto del barrio de Iorgi.
Nos queda un último esfuerzo hasta meta, ya sin terreno de montaña, ni desnivel que nos dificulte el avanzar. Los que tengan fuerzas tardaran menos de cuatro minutos en recorrer lo que falta hasta la meta, el resto algo más, pero ya no habrá nada que guardarse dentro por ser los metros finales de la prueba.
Se trata de una magnífica forma, por el entorno, las vistas, el Eretza, con la que comenzar el año, bien en competición, bien con un espectacular entreno con dorsal. Nos vemos este domingo en Sodupe. ¿Corréis conmigo?
Si quieres que tu prueba aparezca en esta sección, puedes ponerte en contacto conmigo en hoycorremos@noticiasdealava.eus
Domingo 26 de enero
Recogida dorsales 8.00-10.30
Marcha popular9.00
Salida de carrera10.30
Límite marcha y carrera14.00
Duchas y avitu.Frontón