En el origen, Astrolibros era una página de venta online que servía a sus impulsores, Carlos Villar y Joaquín Jesús Mulero Bohorquez, para llevar la literatura, sobre todo infantil y juvenil, a cualquier lugar. Pero tras dejar atrás su Andalucía de procedencia, llegaron a Vitoria y decidieron convertir lo virtual en algo físico. Así nació su primera tienda en la capital alavesa, en la calle Landazuri. Claro que se les quedó pequeña para toda la exitosa programación paralela de actividades que desde un primer momento quisieron poner en marcha. Así que subieron otra persiana en la calle Lascaray.

Hay que montar una librería en plena crisis económica y seguir en marcha después de una pandemia.

–Al principio nos decían que a dónde íbamos abriendo una librería en plena crisis. También es verdad que nosotros veníamos del sur y allí sí se notaba y mucho la crisis económica. Pero bueno, era lo que queríamos hacer y no lo dudamos en ningún momento.

¿Qué fue lo más complicado en ese momento, encontrar el sitio o...? 

–Localizar el local fue lo más fácil. Cuando llegamos a Vitoria no conocíamos mucho la ciudad. Pero un día, paseando, vimos este local de la calle Landazuri vacío. Para nosotros era impresionante, aunque hubo gente que nos dijo que estaba gafado, que todo lo que se ponía en marcha aquí, cerraba (risas). Para nosotros era un sitio muy bueno, con colegios cerca, la Escuela de Artes y Oficios, estando en el centro de la ciudad...

"Han sido diez años muy bonitos. Han sido así porque el negocio ha ido bien pero además por toda la gente que hemos conocido"

¿Qué fue entonces lo más complicado en ese momento? 

–El darse a conocer. Éramos gente que venía de fuera con un proyecto nuevo. Aún así, encajamos bien. No quiero hacer ver que fuera todo un camino de rosas, pero es verdad que la ciudadanía nos aceptó muy bien desde muy pronto. Además, empezamos casi desde el principio a hacer actividades y eso atraía a mucha personas a la librería. No hubo nada complicado en concreto, más allá de que cuando llegamos no teníamos muy dominado el euskera (risas).

De todas formas, si dicen que los niños y las niñas no leen, que están todo el día con las pantallas... 

–Si eso fuera verdad, no hubiéramos crecido ni habría en Vitoria dos librerías especializadas en literatura infantil y juvenil, una de ellas de casi 200 metros cuadrados. Además, una pantalla no puede sustituir a un libro como los que podemos tener aquí, libros en los que se mueven piezas, libros ilustrados...  

¿Qué tipo de público viene? 

–Gente de todas las edades. A nosotros nos gusta mucho, y en ese sentido estamos muy contentos, porque vemos que la gente muy mayor entra y se siente muy cómoda. Y te hablan y te dicen que igual antes no se les había ocurrido comprar un juego educativo o un libro a sus nietos porque no sabían lo que había y no encontraban a alguien que les ayudase. Aquí vienen con la confianza de que les asesoramos y que ven que luego aciertan con lo que les hemos dicho. 

Carlos Villar en el interior de Astrolibros Jorge Muñoz

¿Vienen muy decididos o...?

–No, decididos, en general, no. Igual es también que nosotros hemos acostumbrado a la gente a que nos pregunte. Siempre hemos querido que este fuera un lugar al que venir a buscar recomendación. Eso lo hemos conseguido. Más allá de que, por supuesto, hay quien viene con las ideas muy claras, a por títulos muy concretos.

"Nosotros, aunque somos infantil y juvenil, también tenemos una pequeña sección dedicada a adultos"

Lo cierto es que el proyecto fue creciendo y abrir la segunda librería fue otra apuesta importante.

–Sí, sí. Con el local de Lascaray nos pasó un poco como con este de Landazuri. Según lo vimos, no lo dudamos. Fuimos a por él, aunque antes de abrirlo, una persona de una editorial importante con la que teníamos relación, nos dijo, cuando vio el local, que estábamos locos (risas). Pero nosotros lo teníamos claro. Además, era una necesidad. El local de Landazuri se nos quedaba pequeño para las actividades. Había muchas veces que la gente se quedaba fuera por la falta de aforo. Es lo que nos ha dado Lascaray, un lugar que es un escenario adecuado para lo que proponemos. Era uno de nuestros sueños, tener un espacio en condiciones dedicado a las actividades que queríamos hacer. 

Dos librerías, una agenda con muchas propuestas y muy diferentes que se desarrollan también en fines de semana... también implica una carga adicional de trabajo.

–Sí, sí, eso es así. Esto se consigue trabajando mucho porque son muchos frentes a la vez los que tienes abiertos. Además, también mantenemos la tienda online y nos hemos ido metiendo en otros proyectos como el Vitoria Cuenta, por ejemplo. Pero bueno, es que es nuestra pasión.

"De cara al futuro, no te tienes que mantener. Siempre hay que estar renovándose. De hecho, tenemos varios proyectos sobre la mesa"

En las actividades para los pequeños y los jóvenes, ¿hay un público fijo o...?

–Cuando traemos cuentacuentos, sí notas un público fijo. Sobre todo, los que son para tres, cuatro, cinco o seis años. Además, como solemos traer a gente buena como Olga de Dios y José Carlos Andrés, eso se nota. Los más mayores igual sí que responden más a depende quién es la persona que acude. Por ejemplo, me acuerdo cuando vino Blue Jeans para abrir la segunda librería... había un montón de chavalería. O cuando trajimos a Pedro Urvi, que empezaba a darse a conocer. Es decir, los más mayores sí que son un poco más selectivos en este aspecto. Son muy fieles al escritor o escritora al que leen.

Interior de Astrolibros Jorge Muñoz

Aunque en este tiempo han inventado un guiño al público adulto, con presentaciones de libros que se acompañan con un vino...

–Sí, el Vino y te Cuento. ¿Por qué hacerlo? Bueno, también por propuestas externas. Hay mucha autoedición ahora. A eso se suma que a lo largo de estos años hemos hecho muchos amigos entre los escritores de aquí. Y unos y otros nos ido proponiendo presentaciones de libros para adultos. Nosotros, aunque somos infantil y juvenil, también tenemos una pequeña sección dedicada a adultos, bien con novedades, bien con libros que nos gustan. Pero no queríamos hacer presentaciones normales. De ahí lo del vino.

La librería ‘online’ es hoy...

–Fundamentalmente es un complemento, que también nos sirve como catálogo para los clientes.

Imagine otros diez años más. ¿Cuál le gustaría que fuera el futuro de Astrolibros?

–Ahora tenemos gente que tiene 13 o 14 años que nos dice que sigue leyendo porque cuando tenía 3 o 4 años venía a Astrolibros. Eso es lo que quiero para el futuro, que los que hoy tienen 3 o 4 años, dentro de diez años sigan leyendo y recuerden que sus primeras lecturas o cuentacuentos fueron aquí. De cara al futuro, no te tienes que mantener. Siempre hay que estar renovándose. De hecho, tenemos varios proyectos sobre la mesa. Hay que innovar. 

Si echa la mirada atrás, estos diez años han sido...

–Muy buenos. Y muy bonitos. Han sido así porque el negocio ha ido bien pero además por toda la gente que hemos conocido, por lo que hemos visto disfrutar a los críos y a las crías que vienen. 

Durante mucho tiempo, la literatura infantil y juvenil ha estado muy desprestigiada.

–Sí, pero no es nada fácil. Para nada. Pasaba lo mismo antes con los cómic, que la gente decía que un tebeo no era leer. Y mira el prestigio que tienen ahora.

¿Qué es lo que más se compra hoy?

–Uno de nuestros fuertes es el álbum infantil, tanto en euskera como en castellano. Y luego, como están muy de moda, los youtubers y todo lo que sean libros relacionados. No los recomiendo porque se venden solos.

¿Y usted que lee?

–En el libro de adulto, ahora estoy muy enganchado con la novela negra. Pero me gusta descubrir libros nuevos como Pachinko o Lecciones de química. Son libros que también recomiendo aquí. La verdad es que soy muy lector.

¿Qué le diría a todas esas personas de cualquier edad que nunca leen?

–Que pruebe con algo sencillo, que les va a gustar. Te acabo de decir que leo mucho. Pero me das un tratado de química y no lo leo porque no lo voy a entender. Pues lo mismo te digo para el resto de gente. Por ejemplo, cuando nos dicen que un niño no lee, vale, pero igual es que le tienes que dar un libro más sencillo, incluso aunque a ti te parezca que es una lectura que corresponde a menos edad. Y con los adultos igual. Coge alguno que digan que es un best seller sencillo, o un libro de cuentos, que los hay muy buenos también para los adultos. Y es muy recomendable la lectura compartida en casa. Es una manera de empezar muy buena: leer en familia.

Interior de Astrolibros Jorge Muñoz

¿Cumplen diez años y eso se traduce en alguna fiesta interna?

–Sí, el próximo sábado. Vamos a hacer varias actividades durante el fin de semana abiertas al público, pero ese día 13 vamos a hacer algo más recogido con gente muy cercana y Pablo Albo como maestro de ceremonias.