El escritor español Sergio del Molino se ha hecho con el XXVII Premio Alfaguara de novela por Los alemanes, una historia sobre las “mutaciones del nazismo”, según el fallo del jurado hecho público ayer en Madrid. El jurado destaca la maestría del autor en narrar un suceso poco conocido. Es, según la editorial, de uno de los episodios “más vergonzosos” y menos divulgados de la historia de España: cómo los nazis refugiados en este país “en un retiro dorado” activaron el neonazismo en Alemania.
Un total de 800 manuscritos de España, Latinoamérica y Estados Unidos se han presentado a esta edición del premio, que coincide con el 60º aniversario de la editorial Alfaguara, dotado con 175.000 dólares (160.641 euros) y que es uno de los más importantes galardones literarios otorgados a una obra inédita escrita en español.
El libro ha recibido el apoyo unánime del jurado, que lo describe como “una novela apasionante que pone a prueba la conciencia de los personajes y que sacude la del lector” con una historia que tiene “hondas consecuencias en el mundo actual”. La novela comienza en 1916 cuando, en plena Primera Guerra Mundial, llegan a Cádiz dos barcos con más de 600 alemanes provenientes de Camerún. Se han entregado en la frontera guineana a las autoridades coloniales por ser España país neutral. Se instalarán, entre otros sitios, en Zaragoza y formarán allí una pequeña comunidad que ya no volverá a Alemania y sus descendientes comprobarán cómo el pasado siempre puede regresar para levantar ampollas.
“No puedes huir de tu familia por mucho que corras”, indicó Sergio del Molino tras recibir el premio. El autor dedicó la obra al descendiente de uno de estos alemanes que llegaron a España y explicó que confía en que la literatura sirva para poner en marcha la capacidad de comprensión “del otro”, especialmente en los tiempos de “gresca política”. Porque “nunca nos conocemos lo suficiente, el otro siempre es un misterio”, señaló.
“El pasado siempre está agazapado para hacernos la puñeta y destrozarnos la vida”, recalcó el escritor que cree que el debate sobre qué parte de la culpa de los padres heredan los hijos sigue muy presente en la actualidad. Porque la novela plantea dos preguntas “incómodas”: “¿Cuándo caducan las culpas de los padres? ¿Llega hasta los hijos la obligación de redimirlas?”. Para Sergio del Molino, es difícil negarse a recibir esta herencia aunque sea injusto. Los personajes de la novela no están inspirados directamente en los descendientes reales, que, ha explicado el autor, siguen en España, en ciudades como Zaragoza, Pamplona y Alcalá de Henares (Madrid), y continúan manteniendo su herencia y su legado porque han sido educados en el orgullo de pertenecer a una “estirpe”. – Efe