Un nuevo curso se acaba en la Escuela de Artes y Oficios, también en lo que respecta a sus propuestas expositivas. Aún así, antes de que el descanso llegue y la intensa actividad diaria que vive el centro se apague por un momento, todavía quedan no pocos alicientes que compartir, también con la ciudadanía en general. Así, en el paraninfo del centro, que por fin ha recuperado una agenda continuada de actividad cultural, desde ayer se puede visitar la muestra Encuentros.
A lo largo de 35 obras, que responden a diferentes técnicas y formatos, Carmen Manjón propone a quien accede al espacio un viaje por diferentes paisajes naturales. De la profundidad del bosque a la inmensidad del mar, se plantea un recorrido que se va a poder visitar hasta el próximo día 28.
Es la tercera ocasión en la que Manjón expone de manera individual en una escuela en la que, de hecho, ha producido varios de los cuadros que se pueden ver ahora en esta muestra. “No creo que haya una cuarta”, sonríe, aunque, en realidad, seguro que si la propuesta se vuelve a poner sobre la mesa, no sabrá decir que no.
En este caso, se presenta obra realizada de manera fundamental en los tres último años, tiempo en el que, por la situación sanitaria, esos paisajes exteriores que muestran sus piezas parecían quedar muy lejos de tantas casas. “Ante todo, espero que la gente que acuda a la exposición disfrute de la pintura y, además, que pueda apreciar el cómo están realizadas las obras”.
Lo cierto es que la autora hace gala aquí de diferentes formas de hacer, desde la acuarela al uso de óxido sobre madera, aunque se use un camino u otro, el verbo clave en todas las obras es la misma: experimentar. Así lo describe la pintora mientras pasea por el paraninfo, donde los cuadros se han distribuido siguiendo criterios temporales y de técnica de trabajo.
