Con el auge de las redes sociales, especialmente TikTok, de unos años a esta parte se han puesto de moda los retos virales, especialmente entre los adolescentes. Los hay de todo tipo, pero algunos de ellos ponen en riesgo la salud de quien los afronta, causando numerosas muertes por el mundo, como uno reciente en el que había que consumir cualquier medicamento que se encontrara por casa.
Defecar en piscinas públicas
Pero el que más está llamando la atención este verano es el repugnante reto viral que invita a defecar en piscinas públicas y que a día de hoy ha obligado a cerrar provisionalmente más de 300 piscinas sólo en España por culpa de la estúpida y asquerosa gracia de algunos jóvenes. Y que no sólo es cuestión de asco, sino que va más allá, porque afecta a la salud de quienes se encuentren dentro del agua, como ha querido denunciar la popular cuenta de redes sociales Enfermera Saturada, detrás de la cual se encuentra Héctor Castiñeira.
“Lo que le cuesta a alguna gente cagar fuera de casa y lo fácil que lo tienen otros para hacerlo en cualquier sitio…”, escribe en el post. “El reto viral, ¡pero qué reto viral! ¡Que no caguéis en las piscinas! Que se contagian enfermedades”, comienza el vídeo que ha subido este jueves y en el que especifica que la presencia de esos excrementos en el agua puede llevar a muchas personas a contraer gastroenteritis, hepatitis A, e-coli o fiebre tifoidea. “Que los niños tragan agua, que la gente bucea, que vas nadando de espalda, chocas contra algo, te giras pensando que es una persona para pedirle perdón y no es una persona...”, prosigue.
Obliga a cerrarlas
Y claro, eso obliga a clausurar las piletas por un tiempo, con la molestia que suspone para muchas personas, que se ven privadas de un elemento clave en el verano para soportar el calor y para divertirse. “Que las heces no son algo limpio, que están contaminadas, que llevan virus, bacterias, que hay que cerrar la piscina y durante 24 o 48 horas no te vas a poder bañar, porque has dejado allí tu pastelito. Y hay que hacer un análisis bacteriológico del agua, un tratamiento de hipercloración…, cosas que obligan a cerrar la piscina”, desgrana. Vamos, que es una idea de mierda.
De paso, Castiñeira avisa de que el fuerte olor a cloro no es un buen síntoma. “Si alguna vez has ido a la piscina y hay un olor muy fuerte a cloro no es porque esté muy limpia o muy desinfectada; más bien todo lo contrario. Una piscina limpia no huele, la que huele tan fuerte a cloro es porque hay demasiados restos biológicos: orina, pelos, restos de piel… Todo eso interactúa con el cloro, libera cloramina y eso es lo que hueles”.