En el pórtico de la iglesia parroquial de San Esteban de Aletxa, con las fincas de cereal y el pueblo de Maeztu de fondo, tuvo lugar el pasado 28 de agosto la cuarta edición de Aletxa en Verso. Un paisaje espectacular que volvió a congregar a los habitantes de la localidad alavesa y sus vecinos colindantes para disfrutar de este reconocido recital poético, un evento que impulsó en 2017 Loli G. García y que este año ha vivido una nueva edición. La autora alavesa de dos poemarios, el último presentado este mes de agosto, llamado De Natura, buscaba propiciar un momento de encuentro entre los vecinos del pueblo. Al haber en Aletxa varios escritores de poemas, se planteó elaborar un recital en el que pudieran participar no solo los que escribían, sino el pueblo entero, con el objetivo de hacer un acercamiento a la poesía. Inicialmente, solo los lugareños eran los encargados de recitar sus versos, pero desde el 2020 lo ampliaron para los habitantes de las localidades colindantes. Este año han participado poetas de Aletxa, Apellániz, Maeztu y Sabando. En total, esta edición ha contado con diez participantes.

El pistoletazo de salida del recital lo dio una pareja de Aletxa, Amaia Moyano y Roberto Lesta, quienes interpretaron un poema de Ana María Moix a la guitarra. Después, los participantes, entre los que se encontraban Julio Suso San Miguel, Javi Duque Mendieta o Rocío Arana, entre otros, recitaron dos poemas cada uno, ya fuesen propios o de otra persona. Y para concluir, Loli G. García y su pareja, Juanma Pascual, representaron la canción Banana Republic, la cual hicieron famosa Ana Belén y Víctor Manuel en la década de los ochenta.

Desde el año 2020, el plato fuerte de la jornada viene de la mano de un invitado especial. En la última edición, la protagonista fue la profesora, poeta y actriz Elisa Rueda. En esta edición, el turno ha sido para José Manuel Saiz, el cual posee varios premios literarios nacionales e internacionales y ha editado hasta la fecha tres poemarios: La niña que comía fresas, Y tú de repente y El faro. El gasteiztarra recito cinco poemas en total, dos para abrir la jornada, y tres para concluirla.

Este año, tal y como reconoce Loli G. García, tuvieron que cambiar la tradicional fecha del evento, que suele darse días antes de las fiestas patronales de la localidad, además de modificar también el horario. Todo ello propició que los poemas empezaran a recitarse a las doce del mediodía. El sofocante calor de agosto provocó que este año hubiera un poco menos de afluencia de lo habitual, pero, aun así, una treintena de personas se acercaron al pórtico de la iglesia de Aletxa para disfrutar de la magia de la poesía en un marco excepcional.