- Jeff Bezos, el fundador del gigante del comercio electrónico Amazon, sumó ayer otro hito a su historial de éxitos tras alcanzar el espacio a bordo de un cohete de Blue Origin, en un corto vuelo de unos once minutos de duración que partió desde el oeste de Texas.
“El mejor día”, dijo un jubiloso Bezos en el interior de la cápsula en la que volvió a tierra junto a otros tres pasajeros, en el que fue el primer vuelo tripulado de Blue Origin, la firma que el hombre más rico del planeta fundó en el año 2000 y con la que pone el pie en el llamado turismo espacial. El cohete New Shepard, llamado así en honor a Alan Shepard, el primer estadounidense en el espacio, despegó sobre las 8.12 horas locales desde una base levantada en medio del desierto y cerca de la localidad de Van Horn. Minutos después, descendía la cápsula tripulada, que iba en la cúspide del cohete propulsor, con ayuda de tres paracaídas y tras culminar un trayecto en el que superó los 100 kilómetros de altura. Momentos antes lo había hecho el cohete propulsor que aterrizó de forma vertical y sin inconvenientes tras separarse de la cápsula una vez que el New Shepard alcanzó los 76 kilómetros de altura.
En el interior de la cápsula montada en la cúspide del cohete iban también la piloto de 82 años Wally Funk, Oliver Daemen un estudiante neerlandés de 18 años e hijo de un multimillonario y Mark Bezos, hermano de quien hasta hace poco era el consejero delegado de Amazon. La nave alcanzó una velocidad tres veces superior a la del sonido y cruzó la línea imaginaria de Karman, situada a 99,7 kilómetros de la Tierra y que en algunos ámbitos científicos se acepta como la división entre la atmósfera terrestre y el espacio exterior. Una vez en el punto más alto de su trayecto, los pasajeros pudieron experimentar la ingravidez durante unos cuatro minutos.
- Fanático del espacio desde su infancia, la fecha elegida por Bezos para el lanzamiento no es casual, ya que hace 52 años la misión Apolo 11 llegó a la Luna, hito que él vio a la edad de cinco años. El hombre más rico del planeta declaró que sus obligaciones al frente del imperio del comercio electrónico le impedían dedicar más atención a Blue Origin, la firma que fundó pocos años después de crear Amazon con la intención de desarrollar tecnología aeroespacial e impulsar los viajes comerciales al espacio.
La compañía tiene previsto efectuar otros dos viajes este año para los que ya hay una fuerte demanda, según portavoces de Blue Origin que no revelaron cuánto cuesta cada billete. Sí se sabe que compañía puso a la venta un asiento libre para el vuelo de ayer, que alcanzó los 28 millones de dólares en una subasta benéfica en la que no se dio a conocer el nombre del adjudicatario. El poseedor del billete, sin embargo, debió aplazar su vuelo por “conflicto de horarios” y su lugar fue ocupado por el joven Daemen.
Bezos es otro de los multimillonarios que se erige en pionero del turismo más allá del planeta, después de que Branson, a sus 70 años, alcanzara hace poco más de una semana las fronteras del espacio a bordo de un avión fabricado por su compañía Virgin Galactic, con el que superó los 80 kilómetros de altura. En ese punto, Branson y los otros cinco ocupantes del plateado avión VSS Unity experimentaron también la ingravidez durante unos cuatro minutos y pudieron observar la curvatura de la Tierra. A Branson y Bezos se suma Elon Musk, el fundador del fabricante de coches eléctricos Tesla y de SpaceX, la firma contratista de la NASA que ya ha enviado astronautas a la Estación Espacial Internacional (EEI) y que hacia finales de este año espera llevar a cabo el primer viaje tripulado con fondos privados al espacio. Aunque, por motivos de seguridad, el Departamento de Transporte de Texas había cerrado parcialmente la carretera interestatal 54, que da acceso a la plataforma de lanzamiento, decenas de curiosos se desplazaron hasta el punto más cercano permitido para ver el despegue.