l mundo del arte está decidido a seguir adelante. Y eso que el panorama no es nada halagüeño: los grandes centros de arte de Europa y Estados Unidos perdieron el año pasado un 70% de sus visitantes -y de ingresos-, un desplome que no se veía desde tiempos de guerra. Muchos centros han tenido que retrasar su apertura, aunque otros han abierto y han padecido en primera persona sus peores temores: nuevos cierres por el aumento de casos y la dificultad de sacar adelante sus exposiciones. Aún así, el sentimiento generalizado en el sector es la necesidad de seguir y que la cultura sea un motor que ayude a paliar, aunque sea simbólicamente, la crisis sanitaria.
El imponente edificio de la Bourse de Commerce de París tiene todo listo para abrir sus puertas y mostrar la Colección Pinault, una de las más valiosas de arte contemporáneo del mundo. Iba a hacerlo en enero, pero el cierre de los museos franceses con motivo de la tercera ola dio al traste con los planes. La nueva meta es la primavera. Entonces está previsto que el público pueda contemplar las obras que ha atesorado a lo largo de su vida el magnate François Pinault -dueño de Gucci y Saint Laurent-, y el emblemático edificio histórico parisino, reformado por el japonés Tadao Ando, con una grandiosa cúpula y un fresco de 140 metros de largo por 10 de alto.
Otro gran proyecto es el Museo Munch de Oslo, diseñado por el español estudioHerrero. Catorce plantas acogerán la colección del pintor. Las obras tuvieron que detenerse en el confinamiento, aunque ya antes habían sufrido retrasos por cuestiones políticas, pero todo está listo y en primavera abrirá sus puertas.
Muchos más retrasos ha sufrido el Museo de la Academia de Cine de Los Ángeles, que parecía tener fecha de apertura en 2020, pero la pandemia obligó a cambiar sus planes. El proyecto de Renzo Piano, disparado hasta los 400 millones de dólares, tendrá una superficie de unos 28.000 metros cuadrados, un cine para mil personas y su primera exposición dedicada a Miyazaki. Verá la luz en septiembre.
Este año podría ser también el del Gran Museo Egipcio (GEM). Ubicado junto a las pirámides de Guiza, el GEM será el centro de arqueología más grande del mundo (480.000 metros cuadrados).
En España los nuevos proyectos van desde el Museo Helga de Alvear en Cáceres, que está listo para abrir a la espera de que la situación permita hacer una inauguración como se merece, el museo Hauser & Wirth en Menorca, las nuevas salas del Museo Reina Sofía o la ampliación del Prado, que comenzará en otoño las obras.
Mientras los nuevos museos ponen a punto sus propuestas de cara a su próxima apertura, muchos otros se han animado a abrir en los últimos meses. Dos casos destacados son la Albertina Modern en Viena y el XMuseum en Pekín. El museo de arte contemporáneo vienés, asociado a la galería Albertina, abrió en mayo pasado con una experiencia un tanto agridulce: “Fue una gran decepción no poder abrir el nuevo museo como es debido, tras tantos años de planificación”, dijo a Efe Sarah Wulbrandt, portavoz del museo. Tras unos meses de apertura llegó un nuevo confinamiento, lo que provocó retrasos en las exposiciones. “La incertidumbre era y sigue siendo grande”, reconoce la portavoz, quien explica que las ayudas estatales garantizan la supervivencia, pero no compensan todas las pérdidas.
Fuentes del XMuseum, un centro de arte que abrió el año pasado en Pekín con el objetivo de promocionar obras de artistas emergentes chinos e internacionales, cifran en 20.000 las personas que lo han visitado desde su apertura, muy por debajo de las previsiones antes de la pandemia.
Otros museos que han sufrido desigual suerte desde su apertura en 2020 han sido la Biblioteca Real de Bélgica, que abrió en septiembre un museo para mostrar sus manuscritos del siglo XV, cerró en octubre y reabrió en diciembre. El Museo Nacional de Arte Moderno de Atenas, que se inauguró en febrero pasado, cerró, reabrió en junio y volvió a cerrar en noviembre por nueva ola de contagios. Y la nota curiosa de las aperturas de 2020 la puso el Museo de Moscú, uno de los más antiguos de Rusia, que abrió en formato virtual y físico el Museo del Autoaislamiento, una muestra de objetos donados por los ciudadanos que trata de reflejar la experiencia vivida durante la cuarentena.