- Tenía que haber sido en la anterior edición del Festival Internacional de Teatro de Gasteiz. De hecho, Gorakada había elegido a la capital alavesa y a su certamen escénico por excelencia para estrenar su última producción destinada al público más joven, una visión propia del clásico de Carlo Collodi, Pinocchio. Pero la enfermedad de una de las actrices hizo que se tuvieran que cancelar los planes. Es más, la compañía no pudo poner de largo el montaje hasta finales del pasado mes de enero en Basauri, poco antes de que el covid-19 volviera a alterar todo.

Con todo, como dice la sabiduría popular, más vale tarde que nunca. Así que el grupo acude este domingo a la llamada del ciclo familiar de la cuadragésimo quinta edición del festival para ofrecer, a partir de las 18.00 horas y en euskera, su Pinocchio en un Principal que todavía tiene entradas a la venta por un precio único de 6 euros cada una. "La verdad es que el recibimiento por parte del público está siendo muy bueno", lo que se ha acompañado con el premio en FETEN 2020 a la mejor dirección, como recuerda desde la compañía vizcaína, Álex Díaz.

Alejada de cualquier referencia cinematográfica, esta versión protagonizada por Pako Revueltas, Nerea Ariznabarreta, Aroa Blanco y Pau Torres parte de la pregunta que en el grupo se hicieron en su momento, es decir, cómo hubiera escrito hoy Collodi su conocida historia. "Como el original, nuestra obra quiere ser un reflejo de la sociedad, parte del hoy, de las cosas que nos suceden, todo ello a través de un ensalzamiento al aprendizaje de la vida en la calle", describe Díaz, quien también destaca que "cuando hacemos estos acercamientos a los cuentos clásicos queremos romper con esa idea de que solo existe el mundo de los buenos y los malos".

Con una puesta en escena que responde al marcado estilo de Gorakada y sirviéndose de la música en directo como un elemento esencial dentro del relato, la obra sabe romper la "sensación de frialdad" que está generando la llamada nueva normalidad en los actos culturales a raíz de las distancias y el uso de mascarillas. "Estamos aprendiendo a leer las emociones en el brillo de los ojos. Y ahí, por lo menos en nuestro caso, estamos viendo mucho agradecimiento".