El británico llenó de sensibilidad la 57 edición de los premios más relevantes de la industria musical, con cuatro galardones, incluidos el de mejor canción y mejor grabación del año.

El británico Sam Smith llenó de sensibilidad la 57 edición de los Grammy, los premios más relevantes de la industria musical, con cuatro galardones, incluidos el de mejor canción y mejor grabación del año, aunque Beck se llevó el gato al agua con el título de mejor álbum del año. “Es la mejor noche de mi vida”, afirmó emocionado el londinense de 22 años sobre el escenario del Staples Center de Los Ángeles (California).

“Quiero dar las gracias a la persona de la que me enamoré. Gracias por romperme el corazón el año pasado porque me has conseguido cuatro Grammys”, añadió el artista en alusión al hombre que inspiró su célebre canción Stay With Me.

Smith fue el rey de la gala con sus trofeos al mejor nuevo artista, a la mejor canción del año, a la mejor grabación del año (ambos por Stay With Me) y al mejor álbum pop vocal, por In the Lonely Hour. También salieron victoriosos Beyoncé y Pharrell Williams, con tres gramófonos cada uno.

La diva tejana puso su sello en los campos de mejor actuación R&B y mejor canción de R&B, ambos por Drunk in Love, y mejor sonido surround en un álbum (Beyoncé), mientras que Williams se impuso en las categorías de mejor actuación pop individual, mejor vídeo (ambas por Happy) y mejor álbum urbano contemporáneo (Girl).

Pero sin duda la gran sorpresa fue el éxito de Beck, triunfador inesperado en la categoría reina, la de mejor álbum del año, con Morning Phase, un trabajo que también el deparó la victoria como mejor disco de rock.

Fue tan inesperado su nombramiento que hasta Kanye West, en tono de broma, hizo amago de subir al escenario en señal de protesta, como hiciera en su momento con Taylor Swift en la gala de los Video Music Awards de MTV en 2009.

La gala, que se alargó durante más de tres horas y media, contó con 23 actuaciones y 26 canciones a cargo de artistas de primera fila.

En el terreno latino, el panameño Rubén Blades, los puertorriqueños Calle 13, el colombiano Carlos Vives y el mexicano Vicente Fernández fueron distinguidos.

La ceremonia, presentada por el rapero LL Cool J, dejó para el recuerdo una espectacular escenografía taurina a cargo de Madonna, increíblemente ágil a sus 56 años, y los discursos de Prince -”los discos aún importan, como los libros y las vidas de los afroamericanos” y el presidente de EEUU Barack Obama.

El mandatario apareció en un vídeo grabado en el que envió un mensaje contra la violencia doméstica.